Donde No Exista el Miedo

Pasan los días tan lentos
que ya no recuerdas cuándo empezó
esta deriva que ahoga, que asfixia,
que no nos deja respirar.

Las ilusiones se pierden de vista
y empieza a calar el dolor,
esta guerra la vamos a vivir en color.

Tú me querías y yo te quería,
no necesitábamos más,
pero fuimos recortando derechos,
quedándonos del revés.

Dimos la espalda a lo bueno
y acabé olvidando para beber,
las cosas del derecho nunca nos salen bien.

¿Cómo vamos a escaparnos
de este círculo vicioso?
Ataremos nuestras sábanas,
salvaremos las distancias.
Y el miedo, el que hicieron nuestro.

Miro hacia adentro y siempre te encuentro,
pero no puedo reaccionar;
estas pastillas me dejan planchado
y así no puedo contestar.

Y mis arrugas no son más que dudas,
porque un nuevo amanecer
nos trae más de lo mismo
y eso es menos que ayer.

¿Cómo vamos a escaparnos
de este círculo vicioso?
Ataremos nuestras sábanas,
salvaremos las distancias.

Escapamos esta noche,
saltaremos al vacío,
empezaremos de nuevo
donde no existe el miedo,
su miedo, el que hicieron nuestro.

Cuando despiertes, empieza de nuevo
y abre los ojos de par en par,
piensa en la historia, mantén la memoria,
no dejes que vuelva a pasar.

Tal vez no hay respuestas,
pero sí conciencias y responsabilidad,
hay tanto resentimiento que amar es vital,
hay tanto resentimiento que amar es vital,
hay tanto resentimiento que amar es vital,
vital... vital...