Renace

Esta es una historia sencilla,
pero no es fácil contarla.
Como en una fábula, hay dolor.
Y, como una fábula,
está llena de maravillas y de felicidad.

Y pronto entendí que moría por dentro una nueva parte de mi
en cada ocasión en la que en tu mirada leía que no eras feliz.
Porque no es sencillo ser Reina de un pueblo cuando no supo qué decir.
Mi sitio es lamer, en tu piel, las heridas que no debieron existir.

Enterrado al pie de un castillo,
en paz, porque conseguí morir por él.
Y aún en mi puño la espada,
llena de verdades, con la que luché hasta el fin.
Y creo que lo conseguí, no perdí la cabeza,
pero ya nunca más me volví a reconocer.
Y pude aprender a saltar los muros. Y es digno de ver
como mueve montañas mi fe.
Mi mirada se vuelve a perder
frente a mi reflejo, en un segundo
y admiro, con él, las piezas del puzzle que hicimos juntos.
Que hicimos juntos.

Menos de un día fue suficiente para saber
que robaría mi vida y las penas por alegrías.
La bautizamos como Cleopatra, pero eso vino después
de que apostara mis días por verla otro amanecer.
Y el corazón, crudo, ya lo escribió en aquella habitación
y no hubo más dudas: fuiste la terapia para mis locuras,
la única respuesta para mis preguntas,
la tinta mojada de versos que nadie había leído nunca.

Contigo.
Contigo.
Contigo.
Contigo.

Cuántos 29 de Septiembre recordados
todas esas mañanas que pasaban abrazados.
Cuántos mensajes llenos de besos de regalo
necesitaban para sentirse separados y un fin.
Ya no aceptaré otro final que no sea cuando deje de respirar,
que dará sentido a esta letra, me confirmará que fuiste realidad.
De todas, decidiste que mi mano era con la que ibas a caminar.
Que "Hasta la Muerte" fue una forma de vida y no solo un gran titular.

Hasta la Muerte, o hasta donde la vida diga que se para de repente.
Hasta la Muerte, que pille tarde y sin besos pendientes.
Hasta la Muerte, que marche triste por lo que nunca se debió llevar.
Hoy mi camino cobra más sentido si echo la vista atrás.

Congelar el momento preciso, contigo.
Recordar cada imagen y hacerlo contigo.
Pellizcarme y saber que estoy vivo, contigo.
Despertar y volver a quedarme dormido, contigo.
Congelar el momento preciso, contigo.
Recordar cada imagen y hacerlo contigo.
Pellizcarme y saber que estoy vivo, contigo.
Despertar y volver a quedarme dormido, contigo.

Buenas noches, princesa, hasta pronto.
Estás empapado.
No importa, no, el traje no importa.
El sombrero sí, el sombrero mojado me molesta.
Has sido muy gentil conmigo,
ahora voy a tomar un buen baño caliente.
Me olvidaba decirte
que tengo unas ganas de hacerte el amor que no te puedes imaginar.