Cuando El Diablo Del Silencio

Como era de prever que, antes o después, ocurriría el fin,
el dolor, poco a poco, amainó.
Aunque hablo por hablar... Bien lo sabes tú, ¿Verdad?:
que todos los minutos, todos los segundos, ¡hasta incluso en sueños! sigo siendo tuyo...
Y poco queda que añadir... Día 2 de abril... y nadie en el andén:
sólo el frío, el silencio y... tú no.
¡Pero que lo mismo da!... Nada cambia lo esencial si todos los minutos todos los segundos cuando ¡incluso en sueños! sigo siendo tuyo... (¿mi amor?...)
Noche y día afrontar la cruda y fría realidad
la insoslayable fugacidad de la alegría.
Apurando un trago más, porque sé que tú jamás...
Porque sé que tú jamás vas a claudicar .
-tu orgulló sentencio:
"El pasado fue... es... y será".
Pero entonces... ¿qué decir?, ¿cómo hacer por no sufrir en todos los minutos, todos los segundos?... Porque, incluso en sueños, sigo siendo tuyo, mi amor.
¡Duele tanto encarar el desencanto de saber que los recelos de ayer hoy son ya puro espanto!...
Que el fantasma de tu amor no es más que eso: un impostor.
¡Zambullirme de nuevo en tus abismos! -(¿Dónde me hundiré si no?)-
para resucitar de ti -(desde tu vientre)-
y poder ser los otros... y los mismos...
Dime... ¿quieres?... ¡Dime!... (¿Sí?...)