Fantasmas

Y en algún lugar del camino,
cambiaste.
Dejaste de ser tú mismo.
Dejaste que la gente te apuntase con el dedo
y te juzgaran.
Dejaste que te dijeran que tú no valías para nada.
Que no podías ser esto o aquello.
Cuando las cosas se torcieron,
empezaste a buscar algo,
alguien a quien culpar por tu fracaso.
Creaste una gran sombra
y te convertiste en un monstruo.
Amigo, déjame contarte algo que tú
ya sabes.
En el mundo, en este mundo
no todo es jauja,
no todo es de color de rosa.
Es un lugar frio y cruel.
Y me la suda lo duro que seas,
te apalizarán,
hasta que caigas de rodillas
y no puedas mover ni un solo dedo.
Ni tú, ni yo, ni nadie
te dará tan duro como la propia vida.
Pero esto no va de lo duro que pueda ser.
Va de lo duro que puedan llegar a castigarte.
Y tú seguir en pie,
de cuánto puedes llegar a recibir
y tú seguir allí sin pestañear.
Ahí es donde se esconde la victoria,
ahí reside la respuesta,
ahí vive la causa.
Ahí es cuando se admiten apuestas.
Porque si eres tú el que pasa
por todas esas batallas
por las que vas a tener que pasar para llegar
justo donde quieres llegar.
¿Quién tiene el derecho de pararte?
Quiero decir,
quizás algunos de vosotros tenéis algo pendiente,
Algo por finalizar,
algo que realmente queréis hacer,
Algo que nunca dijisteis, algo.
Y te dicen: no.
Tienes que pagar su peaje.
¿Quién tiene el derecho de decirte eso?
¿Quién?
¿Dime quién?.
Nadie.
Tienes derecho a seguir a tu corazón.
Nadie tiene el derecho de decirte no
después de haberte ganado el privilegio de ser
quien quieres ser
y hacer lo que deseas.
Sí.
Ahora si sabes lo que vales
entonces sal,
y consigue lo que quieres.
Pero tienes que ganártelo.
A pesar de los tropiezos,
a pesar de las caídas,
a pesar de las heridas.
Y no señalar diciendo que no eres lo que quieres ser,
Lo que soñabas ser
por él, por ella, por aquél o por nadie.
En la vida, nuestro temor más profundo
no es no hacer lo correcto.
Nuestro temor más profundo
es que tenemos un poder inmenso,
Un potencial descomunal y no utilizarlo.
Imagínate si puedes, en tu lecho de muerte
Y allí, de pie, a tu alrededor
está el fantasma de tus ideas,
el de tus sueños, de tus habilidades,
de los dones que la vida te dio como un libro en blanco.
Por la razón que sea,
nunca escuchase esas ideas,
Nunca utilizaste ese talento,
nunca vimos tu liderazgo,
Nunca alzaste la voz,
nunca escribiste ese libro.
Y allí están de pie, mirándote con ira
diciendo: "Vinimos a ti,
y sólo tú podías habernos dado vida,
Y ahora
vamos a morir contigo, para siempre."
Sí.
La pregunta es:
¿Si murieses hoy,
si hoy murieras
Qué ideas, qué sueños, que habilidades,
Que talentos, qué dones morirían contigo?
Recuerda, tú eres una fuerza irresistible.
Eres una fuerza irresistible. Eres una fuerza irresistible. Eres una fuerza irresistible. Eres una fuerza irresistible. Eres una fuerza irresistible. Eres una fuerza irresistible. Eres una fuerza irresistible. Eres una fuerza irresistible. Eres una fuerza irresistible. Eres una fuerza irresistible. Eres una fuerza irresistible. Eres una fuerza irresistible. Eres una fuerza irresistible.
Tú eres. Tú eres.
Eres tú.



Credits
Writer(s): Oscar D Aniello, Daniel Acedo Blanco
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