La reina de la noche
La reina de la noche
hace su show en el balcón
de lobos feroces.
Sobreactuándolo
por un papel en un hotel
que ya conoce.
La canción de siempre,
si no es amor, algo mejor
es suficiente.
Duele regresar
ya con el sol en el vagón,
al monoambiente.
La tristeza se derrama,
como el rímel en la cara.
Y el vestido brilla en el andén.
Cenicienta acorralada
por los años sin mañana
y la espada cruel del alquiler.
La reina de la noche
ya remató su corazón
por altavoces,
al mejor postor
pero se fue, alguna vez,
al dar las doce.
Se despierta confundida,
con las sábanas corridas,
enredada en sueños del alcohol
Falta tanto todavía
para que se acabe el día
y vuelva a llamar al ascensor.
Nadie conoce detrás de sus besos, ni de sus caricias:
su cuadro de la Monroe, ni sus rezos a Santa Cecilia.
Nadie la ve bailar en la oscuridad, hasta dejar de llorar
frente al espejo cruel desnuda de verdad.
Nadie conoce detrás de sus ojos, ni de su sonrisa:
la orden de desalojo arrugada sobre la repisa.
Nadie la ve jurar en la soledad, que no se resignará
frente al espejo cruel que no la deja en paz.
hace su show en el balcón
de lobos feroces.
Sobreactuándolo
por un papel en un hotel
que ya conoce.
La canción de siempre,
si no es amor, algo mejor
es suficiente.
Duele regresar
ya con el sol en el vagón,
al monoambiente.
La tristeza se derrama,
como el rímel en la cara.
Y el vestido brilla en el andén.
Cenicienta acorralada
por los años sin mañana
y la espada cruel del alquiler.
La reina de la noche
ya remató su corazón
por altavoces,
al mejor postor
pero se fue, alguna vez,
al dar las doce.
Se despierta confundida,
con las sábanas corridas,
enredada en sueños del alcohol
Falta tanto todavía
para que se acabe el día
y vuelva a llamar al ascensor.
Nadie conoce detrás de sus besos, ni de sus caricias:
su cuadro de la Monroe, ni sus rezos a Santa Cecilia.
Nadie la ve bailar en la oscuridad, hasta dejar de llorar
frente al espejo cruel desnuda de verdad.
Nadie conoce detrás de sus ojos, ni de su sonrisa:
la orden de desalojo arrugada sobre la repisa.
Nadie la ve jurar en la soledad, que no se resignará
frente al espejo cruel que no la deja en paz.
Credits
Writer(s): Diego Adrian Perdomo
Lyrics powered by www.musixmatch.com
Link
© 2024 All rights reserved. Rockol.com S.r.l. Website image policy
Rockol
- Rockol only uses images and photos made available for promotional purposes (“for press use”) by record companies, artist managements and p.r. agencies.
- Said images are used to exert a right to report and a finality of the criticism, in a degraded mode compliant to copyright laws, and exclusively inclosed in our own informative content.
- Only non-exclusive images addressed to newspaper use and, in general, copyright-free are accepted.
- Live photos are published when licensed by photographers whose copyright is quoted.
- Rockol is available to pay the right holder a fair fee should a published image’s author be unknown at the time of publishing.
Feedback
Please immediately report the presence of images possibly not compliant with the above cases so as to quickly verify an improper use: where confirmed, we would immediately proceed to their removal.