Muñecas De Sexo Aberrante

Dulce tortura, insufrible dolor de dislocación.
Flagelación hasta el descarnado, pezones mutilados,
ordeño su sangre.

Subyugada, abrasada y desollada.
Tu lengua yace en mi boca mientras te apuñalo el vientre.
Salvajismo durante la violación.
Desfigurada con un destornillador.

Colgada de los pies por ganchos oxidados,
apoyo la hoja del serrucho en su coño.
Oigo los lamentos incrédulos
como gorgoteos saliendo por su garganta.
Comienzo a cortarte en dos, lentamente.

Fuente de deshecho. Abceso lujurioso.
Matriz de la putrefacción. Muñecas de sexo aberrante

Es el placer que nunca admitiréis,
maltratar su cuerpo hasta extinguir su mirada.
En silencio contemplar sus ojos muertos, ojos, perdidos en el vacío.

Bañado en su sangre sucia, me recreo en sus tripas.
Sórdidos crujidos con la fractura de sus huesos.
Solo unida por el cuello, abierta, partida en dos,
despedazada con mis propias manos.

Pisoteo tu cabeza hasta reventarla.
A la fuerza de mis botas dreno su cerebro.
Arranco el cráneo con ira desmedida,
devoro con gula la masa cefálica.

Mujeres despedazas me calman por un instante,
no sé si es placebo o es real.
Contaminar con violencia su inocencia,
infectando su carne y condenando su ser.

Muñecas de sexo aberrante.
Bizarro para los que no quieren ver.
Muñecas de sexo aberrante.
Una vez que las sometes no puedes volver atrás.

Muñecas de sexo aberrante.