Historia De Un Ciego

Treinta y ocho años tenía y paralítico estaba
Junto a un estanque vivía pendiente y no se movía
Pues la esperanza tenía que cuando el ángel bajara
Si él primero descendía, la salud recobraría.

¿Quieres ser sano? le dice el hijo del Dios viviente
No tengo quién, le responde, me lleve pronto al estanque
Pues cuando yo ya voy cerca, otro desciende primero
Y así he vivido mi vida, sin tener ningún consuelo.

Y Jesús le dice toma tu lecho y vete a tu casa
Sin necesitar de un ángel, de un estanque o del agua
Porque él es omnipotente, porque él es el rey de gloria
Y si tú puedes creerlo, él puede sanarte ahora.

¿Quieres ser sano? le dice el hijo del Dios viviente
No tengo quién, le responde, me lleve pronto al estanque
Pues cuando yo ya voy cerca, otro desciende primero
Y así he vivido mi vida, sin tener ningún consuelo.

Aunque aquí no esté un estanque y tampoco exista el agua
Aunque no descienda un ángel, no importa pues no hace falta
Porque aquí está Jesucristo y con ÉL nos basta y sobra
Y si tú puedes creerlo él puede tocarte ahora.