El abasto en Google Earth
Si estás lejos, con la nueva tecnología podés ver los techos del
Abasto. Lo mirás desde arriba.
Para verlo desde abajo, tenés que estar ahí.
No existe más ese Abasto
Del mercado antes del alba.
Un barrio de casas bajas
Y altos sueños de Gardel.
Supo dejar arrabales.
Y encontró ciudades-luz
New York, París, Barcelona
Iban viéndolo volar.
Él, Maradona y Gatica
Tienen cielos personales
Que son jardines de paz
O malezas y zarzales.
Desde un Abasto bajito
Empezó a escalar el Mudo.
Y me dice desde arriba:
"Venite, que yo te ayudo".
¿Qué habrá querido decir? El dicho se bifurcaba. O
me esperaba la Gloria, o la muerte me abrazaba.
Yo he conocido este shopping como mercado
central. ¿Qué capitales? No sé. No eran míos. Ya da igual.
Era un enjambre el Mercado:
Reinas, zánganos, obreras.
Y en el cuarto de planchado
Una Madonna orillera.
Chicas que buscan el mango.
Más mendigos que borrachos.
Hoteles de bajo rango.
Fondas como el "Chanta cuatro".
Lo natural fermentando,
Un paisaje pestilente.
No fue una cuna de seda;
Fue su voz, su sueño ardiente.
Desde un Abasto bajito
Empezó a escalar el Mudo.
Y me dice desde arriba:
"Venite, que yo te ayudo".
Y me dice desde arriba:
"Venite, que yo te ayudo".
Abasto. Lo mirás desde arriba.
Para verlo desde abajo, tenés que estar ahí.
No existe más ese Abasto
Del mercado antes del alba.
Un barrio de casas bajas
Y altos sueños de Gardel.
Supo dejar arrabales.
Y encontró ciudades-luz
New York, París, Barcelona
Iban viéndolo volar.
Él, Maradona y Gatica
Tienen cielos personales
Que son jardines de paz
O malezas y zarzales.
Desde un Abasto bajito
Empezó a escalar el Mudo.
Y me dice desde arriba:
"Venite, que yo te ayudo".
¿Qué habrá querido decir? El dicho se bifurcaba. O
me esperaba la Gloria, o la muerte me abrazaba.
Yo he conocido este shopping como mercado
central. ¿Qué capitales? No sé. No eran míos. Ya da igual.
Era un enjambre el Mercado:
Reinas, zánganos, obreras.
Y en el cuarto de planchado
Una Madonna orillera.
Chicas que buscan el mango.
Más mendigos que borrachos.
Hoteles de bajo rango.
Fondas como el "Chanta cuatro".
Lo natural fermentando,
Un paisaje pestilente.
No fue una cuna de seda;
Fue su voz, su sueño ardiente.
Desde un Abasto bajito
Empezó a escalar el Mudo.
Y me dice desde arriba:
"Venite, que yo te ayudo".
Y me dice desde arriba:
"Venite, que yo te ayudo".
Credits
Writer(s): Juan Maria Solare, Ricardo Emilio Bruno
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