Retrato De Un Duelo

RETRATO DE UN DUELO

¡Apaguen la luz!, ¡cierren cortinas!...
No quiero ver; no me hagan mirar.
¡Paren de llamar!, ¡paren de escribir!...
Ya no hablen; no me hagan oír.

¡Paren los carros!, ¡dejen de conducir!,
¡apaguen radios!, ¡dejen de transmitir!,
¡ciérrenlo todo!, ¡déjenme solo!...
quiero llorar aquí.

¡No quiero noticias!, ¡descuelguen teléfonos!,
¡quiten televisores, por favor!

¡No la recuerden!, ¡no la mencionen!... ¡ No!
¡No lo publiquen!, ¡no saquen fotos!... ¡ No!
¡Cierren los diarios!, ¡apaguen todo!...
déjenme solo aquí.

No quiero salir de este cuarto;
no quiero que me vean gritar.
... ya no saber nada de nadie;
estar solos mi duelo y yo.

...Y recordar así su tiempo,
lo que con él me dejó.
No quiero ir a reuniones
que la revivan por error.

Aislamiento y duelo en mi corazón
por el recuerdo bello de un ser.
Posiblemente muera el cuerpo y la razón,
mas nunca el aroma de su voz.

Ya no me digan que lo sienten,
que pronto se me pasará.
¿Qué sabe toda esta gente
de lo que fuimos en verdad?:

"Mi compañera, mi amiga,
la que me vio llorar;
la que con cierta armonía
nunca dudó de mi hablar".

Se ha ido para siempre; nunca volverá;
¿Podrá en otra vida ser igual?

¡Apáguenla luz!, ¡cierren las puertas!,
¡descuelguen todo!... ¡ya no llamen más!