Café Soledad

Una tarde más
Se sienta sola en el mismo lugar,
El café huele a Soledad
Y su silencio
Le aletarga la respiración,
Ya no hace eco adentro el corazón,
No queda nadie a quien gritarle, nada.

Una tarde más, se sienta solo en cualquier lugar,
Descafeinando soledad
Con dos de azúcar
Y le empieza a gustar el ardor
Del bouqué que le deja el dolor
Y entablar conversación, pasó a la historia.

Pero olvidaron que una mirada
También es una forma de hablar,
Ella le sonrió sin que la mirara,
El se sonrojó sin voltear.

Dos mesas de distancia son
La medida de comparación
Entre endulzar la tempestad
Y no estar solo.

Nadie se acercó, y el temor ganó
Y no cruzaron las miradas,
Transeúntes de este Café Soledad,
Almas perdidas en esta fría inmensidad,
Como soldaditos de plomo
Jugando a respirar.

Un par de meses ya
Desde aquel primer encuentro casual,
Algo los hizo regresar cada semana,
Se hizo vicio verse sin hablar,
Mirar de lado por disimular
Y la intención se volvió a enfriar entre sus manos

La esperanza se asomó,
En sus pupilas el valor brilló,
Con rosa en mano decidió hoy hablarle.
Tocar su mano por primera vez
Y en la misma mesa tomar el café
Y así calmar esta ansiedad de oír su nombre.

7:30 un poco tarde de lo acostumbrado,
Se detiene a respirar antes de entrar
Un libro, una rosa y un descafeinado
Improvisa una estrategia antes de hablar.

9:30 y ella no está
Y a la cuenta un par de tazas más,
- Joven ya vamos a cerrar -
Paga la cuenta.

Ella no llegó,
No hubo explicación y él
La esperó cada semana
A la misma hora en Café Soledad
Con la esperanza de volverse a sonrojar,
Con la esperanza de volverla a ver una vez más.