Lo Siento (Vals De Los Abandonados)

Lo siento, por no haber sido lo que dictas,
por ser yo mismo y ser yo el protagonista.
Porque es mi vida, ¿sabes? Y perdona que te diga
pero a veces gana mi lado egoísta.
Pierdo la pista, pero la vuelvo a encontrar;
soy un turista en tu lado bipolar.
Y de verdad, perdóname que insista, verás:
tienes algo en la sonrisa que me hace tropezar.
Agh, altera mis ritmos circadianos,
es un abrazo, es un dolor tan cotidiano
que lo siento, por escribir aquel poema.
Siento que el lamento es un lastre que nos quema.
Y lo siento por todos los silencios
que las voces de los idos cavan en los cementerios
de los vivos; por no poder gritar, por no poder con más
ser cómplices de la barbaridad.
Y ahora el mundo es un lugar lejano, mundano,
y ya no sé qué hacer con este don que me otorgaron
para vociferar el caos que nos buscamos,
y para hacer del grito un sonido más liviano.
Porque de amor se sufre, pero de hambre más.
Y es lo que ocurre, que te pudres y les das igual.
Maldita soberbia la de los dioses.
Se las tendrán que ver con los martillos y las hoces.

Aboco al desastre y a la reconstrucción,
ciclo infinito, reciclaje, el acción-reacción.
Se ha dicho mucho y no lo entienden para nada:
"El amor es ciego", es birra de cebada.
Morir no es una opción, porque siempre ha sido un riesgo.
Me condeno en forma de canción a ver pasar el tiempo
por una eternidad infinita en un finito verso.
Somos como el Copo de Koch para el universo.

Lo siento, por parecer tan posesivo,
solo intento retener lo positivo
de la vida, que me esquiva y me motiva;
me mantiene en las vías de este tren tan suicida.
Y lo siento, por amar tanto la música,
por destronarte y construir una república.
Es mi feudo, el de los versos y las réplicas,
el de los presos que trafican con las prisas
por ver volar al resto. Romper cadenas de conciencia
siempre ha sido el objetivo de estas ciencias.
Y no pedimos más, nos lamentamos,
porque el mundo sigue dividido en esclavos y amos.
Y lo siento, de verdad, te digo que lo siento,
por arriesgar mi integridad al combatir el descontento,
por ser tan lento y tan tranquilo,
por combatir con calma y nada más a esos locos de asilo.
Y me descuido, y vuelvo a caer.
Es un infinito tropezar y verte arder.
No sé cómo decirte, no sé cómo decirte que...
Te admiro mucho y gracias a ti hasta aquí llegué.
Ya ves, que no es tan fácil estar a la altura
de tu locura, ni tampoco tu literatura.
Pero a oscuras me dejo llevar por la escritura,
y su aventura hermosa, que a veces tortura.

Aboco al desastre y a la reconstrucción,
ciclo infinito, reciclaje, el acción-reacción.
Se ha dicho mucho y no lo entienden para nada:
"El amor es ciego", es birra de cebada.
Morir no es una opción, porque siempre ha sido un riesgo.
Me condeno en forma de canción a ver pasar el tiempo
por una eternidad infinita en un finito verso.
Somos como el Copo de Koch para el universo.

Y tras la puerta se presenta un mundo nuevo,
de autogestión, deconstrucción, amor sin celos.
Nuevas formas de relacionarnos, de entendernos,
porque los viejos lazos van quedándose obsoletos.
Como el FAV o el PP. Ahora le toca a Albert y,
no todo lo nuevo es tan nuevo como te hacen creer.
Y qué le vamos a hacer, la lucha sigue.
Si eres de abajo: Proletario, ¿sabes qué persigues?
La Historia se escribe con cervezas en la mano,
y de fondo suena Msías, como buen cristiano.
Lo siento, porque no creo en la amistad sin birra;
porque liarla en las jams es ya forma de vida.
Lo más acertado siempre ha sido equivocarse.
No estoy gafado, sufro de tendencia a lo improbable.
La Clave del Silencio en sus compases
es el miedo en partitura que tritura las verdades.
Callarse las maldades es la moda, entiendo:
En un mundo de locos la locura es estar cuerdo.
Lo siento, por los cobardes que no dan la talla,
por todos los indiferentes que no dan la cara.
Os he dicho que lo siento y no es del todo cierto:
No me arrepiento de dejar el cora' al descubierto,
ni de ser yo, entre estas notas y a veces silencios
que decoran cada hora de este viaje nuestro.

Aboco al desastre y a la reconstrucción,
ciclo infinito, reciclaje, el acción-reacción.
Se ha dicho mucho y no lo entienden para nada:
"El amor es ciego", es birra de cebada.
Morir no es una opción, porque siempre ha sido un riesgo.
Me condeno en forma de canción a ver pasar el tiempo
por una eternidad infinita en un finito verso.
Somos como el Copo de Koch para el universo.