El Beto Venn

Es la historia de un hombre,
de una pasión,
de jugar por jugar,
es la historia de Alberto Venn
"el Beto Venn"

Veo al Beto gambeta al viento ay! que poema.
Sospecho que eso es la libertad.
Veo sus pies danzantes,
y la redonda que late
al empeine besar.

El Beto viaja envuelto en su bandera,
la pasión de dar todo sin más.
Sin nunca olvidarse
que jugar por jugar es un combate
que a muerte hay que dar.

Ay! Beto, Beto, Beto, hoy nos funda tu pelea.
Es que tu vuelo es tan alto y bajito,
sos la barbarie, la sangre, no el mito en el libro.
Y en este viaje sin norte
vas dibujando horizonte,
nos inspira tu coraje,
nos obligas a gritarte:

Beto somos tu escuela,
si nada puede importar más
que corretear una bocha sin caca el bocho.
Beto sos la bandera,
si toda esta batalla campal
es para entrar a la cancha llenita la pancha.
Beto... Beto...

No es la alfombra más verde
la que hoy sostiene estos 44 pies,
liberados de la hibernación semanal,
y desatados ahora a la agonía de esta dulce danza unívoca.
No hay retina distraída que proyecte larga senda
hacia el estruendo, hacia las pompas,
en este mayúsculo altar rectangular.
No hay eco tras cada giro,
es la pasión en el instante,
y las cómplices memorias diminutas
olvidando la pelota que no toque red rival.
Es ser parte, ser ladrillo, de colores epidérmicos.
Aunque solo algunos facultados de imposibles
sean tentados anque seducidos por la gloria carcelera.
Aunque solo uno de entre esos, más guerrero,
y por la 5 respaldado,
se le atreva irreverente
a la aventura de perpetuarse en el olvido,
solo por jugar...

Tarde histórica en el bajo,
nunca tantas cabecitas rodearon
este sudamericano pedazo de tierra.
Lo dicen todos, lo saben todos,
es la tarde, el partido de Alberto Venn,
El Beto, el de la 5 pegada en la espalda,
el cantor de carnaval,
el del zurdo y constante cobijo de la pelota.
Se relamen los magnates cotizando cada pase,
su mañana es europeo, no hay dudas,
no regresarán sin su presa.

Ahí la tiene Alberto Venn, lo marcan 2,
pisó la pelota el Beto Venn,
arranca por la izquierda el genio del fútbol barrial,
rimbombante aleteo empedernido,
endiablado zigzaguea, avanza hacia el arco,
no lo alcanzan, invisible pasarela entre piernas de rivales,
siempre el Beto, ahí está, entra al área,
ta, ta, meta freno, meta sangre, casi en vuelo,
sale el arquero, quiebra su cintura como quiebra su destino,
está, ta, ta, ta, ta, taaaaa
¿la agarró?
Vacía de grito las bocas.
Vacía de gol la red.
Vacía las onerosas arcas de los magnates,
llena sus manos de redonda entrega
y se retira rebelde, incomprendido,
pero erguido,
en regreso silencioso
hacia el olvido...

Beto somos tu escuela
si nada puede importar más
que corretear una bocha sin caca el bocho
Beto sos la bandera
si toda esta batalla campal
es para entrar a la cancha llenita la pancha
Vamo a respirar lo subversivo de jugar
si ahí vamos bárbaros alegres
gambeta, baile, ¡sudor caliente gente!
Vamo a respirar lo subversivo de jugar
si ahí vamos bárbaros alegres
gambeta, baile, ¡sudor caliente gente!

Y ahí se va el Beto
con la redondez en sus manos
sonriendo entre silbidos
El Beto, ¿un perdedor?
¿y nosotros entendimos tan poco?
y gracias Beto,
linda gambeta entre tanta confusión,
y nos vemos Beto,
¡Dale nene!

Beto somos tu escuela
si nada puede importar más
que corretear una bocha sin caca el bocho
Beto sos la bandera
si toda esta batalla campal
es para entrar a la cancha llenita la pancha
Beto... Beto... ananana...
Vamo a respirar lo subversivo de jugar
si ahí vamos bárbaros alegres
gambeta, baile, ¡sudor caliente gente!
Vamo a respirar lo subversivo de jugar
si ahí vamos bárbaros alegres
gambeta, baile, ¡sudor caliente gente!
Beto... Beto... ananana...
Beto... Beto... ananana...