Reloj de arena

Tantas veces te dije adiós,
tanto gambeteamos los dos y yo
que no sé cuándo me voy al caño
ni sé lo que tengo hasta que lo extraño.

Eras un escudo y una explosión.
Todo lo que pudo ser no se dio.
Creí que sin presencia no hay daño.
Pasó el año y ya comprendí que no.

Ahora quiero que me escuches bien.
Si he de despertarme ya sé con quién.
Dale algunos días a este reloj de arena
que si valen la pena te devuelvo cien.

No hacer lo que siento, ese fue mi error.
Volver y aceptarme, tu mal menor.
Y entiendo que no caminás sola,
que no puedo irme y volver como las olas.

Pasaron los meses de dos en dos;
pagué yo con creces, creciste vos.
Que lindo que fue verte, Paola.
Por favor, no vuelvas a decir adiós.

Ahora quiero que me escuches bien.
Si he de despertarme ya sé con quién.
Dale algunos días a este reloj de arena
que si valen la pena te devuelvo cien. (y otros cien y otros...)

Ahora quiero que limpies tanto desdén.
Si tengo que dormirme ya sé con quién.
Prestame otra ficha que acepto el reto.
Esta vez te prometo que lo hago bien.