Salvador y los Cordones Flojos

¡Mira que sos tan gil,
que a viejo no vas a llegar!

Juan Domingo Salvador
perdió las ganas de vivir
cuando no vio mas estrellas,
en este cielo bendito.
Es muy duro ver la noche tan vacía,
y los olores que destilan,
los que habitan en la oscuridad.
Sin tiempo, la mirada de cuencas vacías
ahí va Domingo, por aquí y allá.
Pero el viento de las siete,
le devuelve un suspiro imaginando
estrellarse la noche en la ciudad.

Abrí los brazos,
fumate los recuerdos,
mirá que vida gastada,
de tanto ser nadie.

Elegiste vivir,
jodete si te toca cumplir,
Juan Domingo Salvador.

En un café de Constitución
perdió un amor de esos amores
que se pierden, en un café.
Fijate Juan,
le dice un amigo:
"Las noches de Buenos Aires,
no llevan estrellas"
De su casa a la oficina,
portafalios de cuerina gastada,
por el desaliento.
Un cuarto despintado,
repleto de ilusiones,
de sueños que no alcanzan,
Salvador ahí va.

Abrí los brazos,
fumate los recuerdos,
mirá que vida gastada,
de tanto ser nadie.

Elegiste vivir,
jodete si te toca cumplir,
Juan Domingo Salvador.