La Novia Ausente
A veces repaso las horas aquellas
Cuando era estudiante y tú eras la amada
Que con tus sonrisas repartías estrellas
A todos los mozos de aquella barriada
Ah, las noches tibias, ah, la fantasía
De nuestra veintena de abriles felices
Cuando solamente tu risa se oía
Y yo no tenía mis cabellos grises
Íbamos del brazo y tú suspirabas
Porque muy cerquita te decía: "mi bien"
¿Ves como la luna se enreda en los pinos
Y su luz de plata te besa en la sien?
Al raro conjuro de noche y reseda
Temblaban las hojas del parque también
Y tú me pedías que te recitara
Esta sonatina que soñó Rubén
La princesa está triste, ¿qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa
Que ha perdido la risa, que ha perdido el color
La princesa está pálida en su silla de oro
Está mudo el teclado de su clave sonoro
Y en mi vaso, olvidada, se desmaya una flor
¿Qué duendes lograron lo que ya no existe?
¿Qué mano huesuda fue hilando mis males?
¿Y qué pena altiva hoy me ha hecho tan triste?
Triste como el eco de las catedrales
Ah, ya sé, ya sé, fue la novia ausente
Aquella que cuando estudiante me amaba
Que al morir, un beso le deje en la frente
Porque estaba fría, porque me dejaba
Al raro conjuro de noche y reseda
Temblaban las hojas del parque también
Y tú me pedías que te recitara
Esta sonatina que soñó Rubén
Cuando era estudiante y tú eras la amada
Que con tus sonrisas repartías estrellas
A todos los mozos de aquella barriada
Ah, las noches tibias, ah, la fantasía
De nuestra veintena de abriles felices
Cuando solamente tu risa se oía
Y yo no tenía mis cabellos grises
Íbamos del brazo y tú suspirabas
Porque muy cerquita te decía: "mi bien"
¿Ves como la luna se enreda en los pinos
Y su luz de plata te besa en la sien?
Al raro conjuro de noche y reseda
Temblaban las hojas del parque también
Y tú me pedías que te recitara
Esta sonatina que soñó Rubén
La princesa está triste, ¿qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa
Que ha perdido la risa, que ha perdido el color
La princesa está pálida en su silla de oro
Está mudo el teclado de su clave sonoro
Y en mi vaso, olvidada, se desmaya una flor
¿Qué duendes lograron lo que ya no existe?
¿Qué mano huesuda fue hilando mis males?
¿Y qué pena altiva hoy me ha hecho tan triste?
Triste como el eco de las catedrales
Ah, ya sé, ya sé, fue la novia ausente
Aquella que cuando estudiante me amaba
Que al morir, un beso le deje en la frente
Porque estaba fría, porque me dejaba
Al raro conjuro de noche y reseda
Temblaban las hojas del parque también
Y tú me pedías que te recitara
Esta sonatina que soñó Rubén
Credits
Writer(s): Enrique Domingo Cadicamo, Guillermo Desiderio Barbieri
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