Bienvenida Tu Misericordia

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
Aquí estoy Santísima Trinidad.
Dios Padre de misericordia
Dios Hijo misericordioso
Dios Espíritu Santo, misericordia infinita

Bienvenida tu dulce presencia Señor
a mi vida, a mis días, a mi historia.
Santísima Trinidad,
Tu nombre es misericordia.
Dios, amor.
Dios, amor.

Bienvenida tu misericordia a mi vida,
a mi ser.
Aquí estoy en tu presencia,
Tú me conoces mucho más de que las personas saben de mí.
Incluso mucho más de lo que yo mismo sé de mí.

Tú me conoces totalmente, cabalmente,
y aun así, me amas con inmenso amor.

Tú me das a conocer que no soy un accidente
aunque me hayan hecho entender eso.
Que no soy un objeto aunque haya quienes me han usado.
Soy tu hijo, amado.
Soy tu hija, amada.
Soy tu sueño, soy quien soy por ti,
por tu amor, por tu perdón.

Bienvenida tu misericordia a mi historia.
Quiero entregarte por completo,
Todo lo que vivo, lo que he vivido y lo que viviré.

Mi pasado, mi presente y mi futuro.
Aquí te entrego eso que tanto me duele.

Quiero aprender a mirarme con ojos de misericordia como Tú me miras.
Aprender también a mirar a los demás así,
con esa mirada del Padre misericordioso.
Aprender a perdonar.

Soy tu hijo que vuelve a tu hogar, a mi hogar.
Soy quien necesita ser abrazado una vez mas
y estrecharme en tu pecho para sentir el calor de hogar.

Para tomar conciencia de mi identidad.
Para tomar posesión de aquello que nunca tendría que haber dejado.
Tú me rescatas, Tú me proteges, Tú me abrazas.
Tú mi refugio, Tú mi cielo.
Tú mi fiesta.

Quiero dejar en ti todas mis lágrimas,
las que han salido, las que salen y saldrán.
Porque tú sabes enjugarlas a todas, las tristes y alegres.
Con amor, con misericordia y ternura.

Enséñame a perdonarme,
a sanar la imagen que tengo de mí,
a liberarme de los mandatos y ataduras
que me auto impuse a causa de no quererme, aceptarme.
Sana mis heridas, cicatriza mis llagas,
Necesito redescubrirme soñado, querido, pensado,
amado, redimido y acompañado.

Quiero dejarme acariciar por esa caricia que solo Tú sabes hacer.
Que sana, que calma, que revitaliza.
Bienvenida tu presencia Dios
Bienvenida tu misericordia Señor