La luna y el caimán

Aunque se había planteado que ir tras ella
Sería una tarea complicada,
Jamás dudó en ir a por su amada.

Y una vez redactada la declaración de intenciones
Esperó a que cayera una noche más
E inició la utopía con ansiedad.

En el macuto solo un gran corazón, la declaración,
Y la oportunidad de verla antes de alborear.

Atravesó verdes lagos y selvas,
Era un destino difícil de alcanzar.
Abrió sus diminutos ojos y una amplia sonrisa que le hacía caminar.

El caimán...

Tal vez, si no hubiera visto reflejada en sus ojos
La luz que ella misma emitía,
Jamás hubiera seducido a aquel caimán.

Y una vez desatada aquella insania inesperada
No pudo poner fin a sus impulsos
Y enamorada sonreía.

Al ver que aquel pequeño ser también se enamoró,
Decidió esperar empoderando su vitalidad.

Y le alentó cada noche con brío y decisión;
Nunca nada le hizo tanta ilusión.
Iluminó pantanosos caminos entregando su alma en cada rayo de luz.

La luna y el caimán...

Nunca llegó; en un reflejo se perdió.
Y ella lloró eternamente a espaldas del sol.



Credits
Writer(s): Diego Pino Tejeda, Ernesto Ruiz Granell
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