Mujer

Sentada en la montaña,
donde nunca pasa nada,
siente la brisa que todo lo limpia,
acaricia su pecho que se llenó,
mira sus manos, se tiñen de barro
y dibuja la estrella que nunca vio.
Se pone de pie,
siente todo su cuerpo que apunta hacia el cielo.
Sus ojos se abren, su alma se inunda,
y ahí algo en su mente hace "crack".
Me muevo con la luna, como marea que viene y que va.
Me muevo con la luna, como marea que viene y que va.

Soy madre, soy hija,
soy tía, abuela,
amiga y amante.
Soy casi como toda poesía inventable.
¡Ay, mi vidita!
Soy bruja, soy Eva,
soy toda blasfemia y mujer,
sobre todo...
Hoy cambio las cartas,
cambio la baraja,
y un beso dice: nunca más...

Soy paz y la guerra,
y la curva que te altera,
belleza y cariño,
más fuerte como un río.
¡Que exploten las flores que me anuncian en los cuentos!
¡Que sea mi canto ese grito que abunda en lo eterno!

Mi vientre da vida,
mi cuerpo desangra.
La historia me ha puesto en hogueras y en tronos.
Hoy, traigo conmigo los gritos callados,
la fuerza imbatible de gente que va.
Me muevo con la luna, como marea que viene y que va.
Me muevo con la luna, como marea que viene y que va.
Me muevo con la luna, como marea que viene, viene y va.

Sentadita en la montaña,
alumbro la sombra que antes me alcanzaba.
Sentadita en la montaña,
hoy canto esta copla a mujeres de mi alma,
y a las de mañana,
y a las que se extrañan.