Pendientes de Enero
El rojo de tus labios se vuelve carmesí
Recuerdos de una noche de verano
Jugando a policías y ladrones, tus padres se temían
Que yo guardaba las peores intenciones
Y el cantar de un pájaro azul se colaba por tu ventana
Nervioso y perfumado subía al olimpo aquel
Donde los querubines excitados
Se divertían al vernos en aprietos
Corazones extraños que aprenden del amor y sus secretos
Y aleteando el pájaro azul se posaba sobre tus ramas
El primer beso el temblor de unos labios abiertos
Y el tibio aliento
Nuestro romance se fue haciendo platónico y ligero
Desde la vez en que tu padre pesco al azul jilguero
Y en lo que yo reconocí como un acto de cruel desprecio
Me entregó al pájaro estrujado despescuezado y tieso.
Frente al mostacho de aquel truhan reformular mi estratagema
Resultaba excelente plan, antes que encendieran la hoguera
La inquisición me vino encima acusado de hechicería
Pacto con Mefisto, blasfemia, pederastia y zoofilia.
¡Ay qué pena! dios Desterrado al abismo
¡Ay qué pena! hoy que será de mi olimpo
Y algunas noches me turbe pensando en lo que sería
De aquella niña en negligé tomando en cuenta los días
Tendrá unos 23 febreros, caderas anchas, robustos pechos
Y un contoneo al caminar mmm... parece que la estoy viendo
Y en cuanto a ti no me he olvidado,
El pájaro sigue cantando desafinado
Desde el invierno, de donde traigo... Mi canción.
Recuerdos de una noche de verano
Jugando a policías y ladrones, tus padres se temían
Que yo guardaba las peores intenciones
Y el cantar de un pájaro azul se colaba por tu ventana
Nervioso y perfumado subía al olimpo aquel
Donde los querubines excitados
Se divertían al vernos en aprietos
Corazones extraños que aprenden del amor y sus secretos
Y aleteando el pájaro azul se posaba sobre tus ramas
El primer beso el temblor de unos labios abiertos
Y el tibio aliento
Nuestro romance se fue haciendo platónico y ligero
Desde la vez en que tu padre pesco al azul jilguero
Y en lo que yo reconocí como un acto de cruel desprecio
Me entregó al pájaro estrujado despescuezado y tieso.
Frente al mostacho de aquel truhan reformular mi estratagema
Resultaba excelente plan, antes que encendieran la hoguera
La inquisición me vino encima acusado de hechicería
Pacto con Mefisto, blasfemia, pederastia y zoofilia.
¡Ay qué pena! dios Desterrado al abismo
¡Ay qué pena! hoy que será de mi olimpo
Y algunas noches me turbe pensando en lo que sería
De aquella niña en negligé tomando en cuenta los días
Tendrá unos 23 febreros, caderas anchas, robustos pechos
Y un contoneo al caminar mmm... parece que la estoy viendo
Y en cuanto a ti no me he olvidado,
El pájaro sigue cantando desafinado
Desde el invierno, de donde traigo... Mi canción.
Credits
Writer(s): Alonso André Franco
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