Emigrande

Tú, que te vas y vas sintiendo nostalgia, incertidumbre, enajenación...
Dejaste atrás tu casa, tu familia, tu nación,
Tus amigos y el apego a donde pertenecías.
Tu rutina cotidiana ya no es parte de tus días.
Lo que vivías morirá en tu pasado y lo que reviva dolerá en tu corazón.

Tú, que de vez en vez te ves con tus recuerdos y al instante siguiente con un presente muy distante.
Pareciese que estés perdiendo ya lo cuerdo.
¿Qué haces aquí? ¿Para ti qué es lo importante
Acontecimientos que me pierdo o ese cambio ilusionante?

Tú, que de vis a vis ante la adversidad te paras.
En ti mismo mueres vislumbrando el genesis.
No cediste contra algún apocalipsis, siempre diste la cara.
Simplificar la dificultad no te es cosa rara,
Sin embargo, el letargo del exilio es tu némesis.

Tú, que de voz en voz se te conoce.
No se sabe cuántos ni qué tanto se te extraña.
En cambio, aquí eres un extraño, nadie te reconoce.
Con la indiferencia tienes roces y eso no te daña,
Es la ausencia de lo que amas lo que ensaña
Y simultáneamente cesa el goce.

Tú, que de paso a paso, de bus en bus, de vuelo en vuelo,
Físicamente vas más lejos y espiritualmente vas más alto.
Hoy encima de las nubes te has quitado el velo,
Ignoras te las fronteras y más grande fue tu salto.
Ya conoces el asfalto, hoy la vista apunta al cielo.

Emigrante, no te importa si peligras,
Vas por ligas aún más grandes.
Te conocimos antes mas tu cambio es constante.

Porque Tú, que te vas y vas rendido dejando a un lado al resignado.
No has huido, has aceptado tu pasado.
Por humano tienes miedo, por ser valiente enfrentas.
Hoy lo que vale en tu presente no es que aciertes, es que intentas.

Porque tú, que de vez en vez te ves más fuerte.
Sabes del sacrificio y el beneficio que conlleva.
Al inicio el prejuicio dramatizó la prueba,
Luego de desenvolverte fuiste ágil y
Ya es fácil para ti todo ejercicio.

Porque tú, que de vis a vis miras la vida.
Paso firme, frente en alto, espíritu.
Para ti aquí son tierras desconocidas
Aunque es tuyo todo lo que decidas.
Tienes la magia de la naturaleza no recorrida
Y de Dios tienes el ímpetu.

Porque tú, que de voz en voz suena tu nombre.
Cargas en tus hombros el asombro de los hombres.
Los más se esconden tras costumbres,
Temen que les alumbren.
Tú vas al Sol por lumbre y para iluminar vas a las sombras.
Eres Thiago de renombre.

Porque tú, no importando si de paso a paso, de bus en bus, de vuelo en vuelo,
Al límite le tomaste el pelo.
En tu búsqueda hoy ves la luz, cargaste tu cruz, ganaste el cielo.
Dentro de ti está el dolor, dentro de ti está el consuelo.
Tu trabajo ahora es tu fruto y tu fruto ahora es tu celo.

Emigrante, te hiciste como un niño, Dios te hizo un gigante.
Emigrande, caminando siempre hacia adelante.