Jaén

Por los ecos de los siglos pasados
Que recorren por las calles estrechas
Y por la colina en la cual reposa el lagarto de Jaén
Y por los sueños que hoy siguen resonando
Yo percibo unas almas perdidas
Que todavía van rodando las alturas de Jaén

Si escucho por las noches
Yo distingo rumores de dolor
De amores, de lutos y de fe
Bajo el velo de estrellas, algo
Raro descubrí
Que seguimos encantados
Atrapados en siglos ya detrás
En momentos que siguen un patrón
Y en la decadencia del corazón

En los bares que frecuento con amigos
En las caras de viejas con carretas
En el sudor de un verano sin piedad
Hay la frescura de Jaén
Y en el fondo de mi mente, pienso
Que sí hay cosas que no se pueden cambiar
Como la ciudad en su cascara de ámbar

Pero siguen susurrando
Los espíritus que faltan un porvenir
Los que vagan confundidos al revés
Y que dejan sus rastros en adoquines
Y con el salir de las albas
Los fantasmas bajan hacia el sur
Donde olivos dan sombra a su descanso eternal
Y así se comienza cada día en Jaén
Y después de tanto tiempo
El movimiento de pies en callejones
Que van de compras, van a misa o de visita
Se han hecho un tejido de temblor
Y por el resto del futuro
Cada muro tendrá encima
Restos de una mano de un alma antes humano
Y así siempre sigue este ciclo
La ciudad de Jaén