Una Chica Todo Mal

Mirò la hora, las doce clavadas, reloj detenido
ella tuvo un presentimiento (sus presentimientos fatales)
cargaba una pelea con su novio, la màs larga, dos semanas
y además cargaba un par de fasos (los hacìa durar).
En un bar pidió un coñac, en el otro una cerveza
al tercero entrò a mear (pitò un par de veces en el baño)
recordó que esa semana se cumplìan veinte años
de las muertes de su abuelo y de Lennon (los mataron el
mismo dìa). Secò una lagrima que se le escapò.

Sentada en una mesa tan marròn como sus ojos
leyò tauro en algún diario (mientras bebìa ese horrible café)
y comenzó la caminata siempre hacia el mismo lugar
los anillos de su madre le apretaban (estaba engordando).
Frente a la casa de su novio no se atrevió a llamar
aquel pibe estaba en otra (ella treinta, èl dieciocho)
pensó en eso de que la alegría no es solo brasilera
y bailò en la calle riendosè (a veces le gustaba reír).
Pegò unos gritos pero nadie oyò.

No le queda otra y desparrama la fortuna familiar
sus cambios de ànimo los maneja de manera irregular
hace ya algún tiempo que se olvidò de soñar
hoy por hoy, lo reconoce, sueña poder olvidar.
No vivirà de recuerdos, ni siquiera mira fotos
debería descansar en la isla de los corazones rotos
por Sabina y por Bukowski ella pondría sus votos
se hace amiga de los locos, de las putas y los crotos.
Cuando insulta lo hace en latìn (¿alguien la entiende?).

Llegó a su casa de madrugada algo cansada de tambalear
quitò su ropa y la prendió fuego (ropa nueva, vida nueva)
si vive sola es para evitar que alguien la controle
no le quedó ni el viejo Stone (her dog is dead).

Para dormirse necesitaba algo de humo y rocanrol
encendió un Gitanes y puso Fire (versión Red Hot)
se recostò, el teléfono sonò, pero ni siquiera contestò
se durmió y algo extraño sucedió (tuvo un bello sueño).
Los sueños, los sueños solo sueños son
y si no los contàs se hacen realidad (algunas veces).