Bonita
Mentiría si te digo, que ya te olvidé.
Día a día pienso en el momento en que te miré,
Aún puedo sentir tu aroma y sé que esto no es normal,
Escribí una canción que me ayude a recordar. Oh...
Yo creía que la poesía era escrita,
Pero con tus ojos, se desvirtuó esa teoría.
Ahora ya no duermo y solo anhelo que otra canción,
Te pueda enamorar y al fin mi corazón pueda palpitar.
Bonita, inquieta, tu voz la que me llena el alma,
Mi niña, la dueña de mi corazón.
Bonita, inquieta, tu voz la que me llena el alma,
Mi niña, la dueña de mi corazón.
Mentiría si te digo, que ya te olvidé.
Día a día pienso en el momento en que te miré,
Aún puedo sentir tu aroma y sé que esto no es normal,
Escribí una canción que me ayude a recordar.
Bonita, inquieta, tu voz la que me llena el alma.
Mi niña, la dueña de mi corazón.
Bonita, inquieta, tu voz la que me llena el alma.
Mi niña, la dueña de mi corazón.
Aquella niña, aquella mujer
Que con su mirada y su voz conquistó mi querer.
Deseo que sus besos nunca dejen de existir,
Y que nuestras manos algún día se puedan unir.
Esto no es un juego, ni tampoco es mentira,
Es que yo quiero que ella solo sea mía.
Ahora escribo en un viejo cuaderno miles de 'te quiero'.
Bonita, inquieta, tu voz la que me llena el alma.
Mi niña, la dueña de mi corazón.
Bonita, inquieta, tu voz la que me llena el alma.
Mi niña, la dueña de mi corazón.
Día a día pienso en el momento en que te miré,
Aún puedo sentir tu aroma y sé que esto no es normal,
Escribí una canción que me ayude a recordar. Oh...
Yo creía que la poesía era escrita,
Pero con tus ojos, se desvirtuó esa teoría.
Ahora ya no duermo y solo anhelo que otra canción,
Te pueda enamorar y al fin mi corazón pueda palpitar.
Bonita, inquieta, tu voz la que me llena el alma,
Mi niña, la dueña de mi corazón.
Bonita, inquieta, tu voz la que me llena el alma,
Mi niña, la dueña de mi corazón.
Mentiría si te digo, que ya te olvidé.
Día a día pienso en el momento en que te miré,
Aún puedo sentir tu aroma y sé que esto no es normal,
Escribí una canción que me ayude a recordar.
Bonita, inquieta, tu voz la que me llena el alma.
Mi niña, la dueña de mi corazón.
Bonita, inquieta, tu voz la que me llena el alma.
Mi niña, la dueña de mi corazón.
Aquella niña, aquella mujer
Que con su mirada y su voz conquistó mi querer.
Deseo que sus besos nunca dejen de existir,
Y que nuestras manos algún día se puedan unir.
Esto no es un juego, ni tampoco es mentira,
Es que yo quiero que ella solo sea mía.
Ahora escribo en un viejo cuaderno miles de 'te quiero'.
Bonita, inquieta, tu voz la que me llena el alma.
Mi niña, la dueña de mi corazón.
Bonita, inquieta, tu voz la que me llena el alma.
Mi niña, la dueña de mi corazón.
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