Ansiedad

Ibas conociendo al mundo, éste a tus pies,
Sólo pudo enamorarte de su amanecer.
Chocaste con mi afán de hundirme en la insolencia
Y abrazando alguna brisa sólo ser.
Ciego, asimilando al niño que un día fui.

Ibas dirigiendo al mundo y no al revés,
Viendo en mi caída libre un nuevo Edén.
La bruma, la verdad, el vino y la elocuencia del ayer
Hicieron combustión en el arder de mi ser.

¿Ves el fuego? corre ya,
Pega luego el salto o te quemarás.
Si ves el humo arranca ya,
Que la vida es falsa cuando nos conduce la ansiedad.
Nos consume la ansiedad.

Soportaste el mismo infierno y más,
Viendo diluirse la esperanza en mí.
Corriste tras la paz rogando paso a paso
Que este mundo fuese un puente hacia algo más,
Y hasta conquistaste el sueño sólo con fe.

Cubren mis mentiras una realidad,
Sueños que se yerguen ciegos del deber.
Optar por el hombre es entregarse por completo a él
Y al fuego que éste cree merecer, merecer.