Trampas al Reloj

Una vida tan pequeña como una avellana,
tu cielo solo sabe llover,
conoces de las piedras el ruido y la paciencia,
la hierba te ha atrapado los pies.
Tira el corazón ahí entre el barro y las zarzas,
grita, que te pueda oír dentro de la montaña.

Son las respuestas a las penas
y al dolor.
Son los olores, los colores,
nuevos como el sol.
Son los atajos a los brazos
y al calor.
Son trampas al reloj.

Amarilla entre las hojas, llega con pistola
esa luz que te hizo crecer,
y veloz como una alondra, ahora que estás sola
sientes que has mudado de piel.
El río baja sutil, muerde el mapa de tu alma,
las hormigas y un sinfín de flores te piden calma.

Son las respuestas a las penas
y al dolor.
Son los olores, los colores,
nuevos como el sol.
Son los atajos a los brazos
y al calor.
Son trampas al reloj.

Te vieron tocar la luna,
bailar rodeada de ardillas,
beber y dormir desnuda
sobre una cama de ortigas,
hablar desde la penumbra
como quien habla a las fieras,
el suelo que te susurra
será tu casa yerma.

Son las respuestas a las penas
y al dolor.
Son los olores, los colores,
nuevos como el sol.
Son los atajos a los brazos
y al calor.
Son trampas al reloj.