Bolívar y Mompóx

En la vera del río Magdalena, en la vera del río Magdalena
Una dama de blanco corpiño y copete bermellón
Le abrió los brazos a Bolívar, le abrió los brazos a Bolívar
Cuando aún no era loado como gran Libertador

Nueve veces posó sus plantas en los zaguanes de ladrillo
En las calles polvorientas de la dama señorial
Fueron nueve besos ardientes mucho antes de haber logrado
Antes de haber coronado ay la augusta libertad

Esa dama valerosa llamada Mompóx
Privó su vanidad por la paz y el amor
Esa dama valerosa llamada Mompóx
Privó su vanidad por la paz y el amor

Fueron cuatrocientos mompoxinos
Que dieron su sangre por la libertad
Fueron cuatrocientos mompoxinos
Que dieron su sangre por la libertad

Pero antes de bajar al sepulcro escribió su fidelidad
Si a Caracas debo la vida a Mompóx debo la gloria
De haber libertado a mi ciudad natal
De haber libertado a mi ciudad natal

Labatut le ordenó a Bolívar, Labatut le ordenó a Bolívar
Quédese quieto en Barrancas se lo ordeno coronel
Mas Simón apuró su goleta, mas Simón apuro su goleta
Hacia la cuidad valerosa donde recibió el edén

La población emocionada recibió al novel guerrero
En las calles polvorientas de la dama señorial
Del Villar condujo al patriota donde los Gutiérrez de Piñeres
Y al día siguiente del arribo les dejo escuchar su proclama

Esa dama valerosa llamada Mompóx
Privó su vanidad por la paz y el amor
Esa dama valerosa llamada Mompóx
Privó su vanidad por la paz y el amor

Fueron cuatrocientos mompoxinos que dieron su sangre por la libertad
Fueron cuatrocientos mompoxinos que dieron su sangre por la libertad
Pero antes de bajar al sepulcro escribió su fidelidad
Si a caracas debo la vida a Mompóx debo la gloria
De haber libertado a mi ciudad natal
De haber libertado a mi ciudad natal

La obra de independencia que proclamasteis de una manera absoluta
El seis de agosto de mil ochocientos diez, quedaría incompleta
Si fuerais indiferentes a las desgracias de vuestros hermanos oprimidos
Pero vosotros amáis la libertad verdaderamente
Y vosotros sois hombres de bien
Y no estaríais sosegados mientras padezca esclavo un solo pueblo
Y vengareis la virtud que mancillan los tiranos
Vuestro propio valor es garantía también de mi palabra
Y de que alcanzaremos la gloria premio de los nobles esfuerzos