El Sueño de los Justos

Dice por acá:

Creo que ya tengo la idea... más o menos
Ya solo es arrancar
Y dormir el sueño de los justos

Comencemos por el comienzo, y ahí vamos viendo

Que se conmuevan los árboles
Que se entristezcan las fieras
Que todo el mundo baje hasta su infierno
Por lo menos una vez
¿Qué hacer en caso de que haya perdido la luz?

Ahora que lo pienso, le hizo falta una canción más alegre a este disco
Pero como dice el poeta:
Fatigarse no vale la pena, mi amor

Dice por acá:

¿Para qué seguimos haciendo esto?, me pregunto yo
Para que nos quieran
Pa dejar constancia de todo
Y no pensemos en Colombia, por favor
Que me pongo a llorar

Todos estamos solos en esto
Aguantarse el vértigo y seguir
Aprender a disfrutarlo
Intentar enamorarse, si es posible
O morirse a bostezos
Somos payasos tristes
¡Nada más!
Y no crean, señores
Eso tiene su valor

¿Será posible, me pregunto yo,
Morirse de tanto bostezar?

Y a continuación, un poema de coyuntura:

Tras muchos largos años
De atenta observación
El doctor Goyeneche
Llegó a una conclusión
La conclusión es concluyente
Redundaba así el doctor
El país es inviable
Inviable es la nación
Nos queda, compatriotas,
Una sola solución:
¡Vendamos a Colombia
Y repartamos de a millón!

(Es una locura, güevón, es una locura)