Las Viejecitas

Y en los pliegues quebrados
De antiguas capitales
Donde incluso el horror
Se hace a veces bello,
Atendiendo a mis designios fatales
Me "apalanco" en los oscuros portales
Y acecho vigilante
A esos pequeños seres
Sombras descolocadas
Que antes fueron mujeres.

Se arrastran azotadas
Por los vientos inocuos
Temblando ante el estrépito
Rodante de los coches,
Trotando igual que marionetas
Animales heridos que se arrastran,
Bailando sin querer
Cual pobres cascabeles
Sacudidos de lejos
Por un demonio cruel

Por muy viejas que estén
Sus ojos te atraviesan,
Forjados con las barrenas
De un millón de lágrimas,
Brillantes como los resquicios
Donde duerme el agua por las noches,
Tienen ojos de niña
Que se asombra con todo
Y se ríe de todo
De todo lo que brilla.

Y es que una por su patria
Vivió en la desgracia
La otra por su esposo curtida de palizas,
O su hijo con la maldita aguja
Convirtió en la nueva "Dolorosa",
Vuestras lágrimas viejas
juntas hacen un río
Que se alarga y que nutre
Los pozos del olvido.

Y así marchan estoicas
Y siempre sin quejarse
A través del gran caos
De las nuevas ciudades.
¡ Madres de corazón herido
Cortesanas o simplemente santas!
Vuestras lágrimas viejas
Juntas hacen un río
Que se alarga y que nutre
Las fuentes del olvido

Pero yo que de lejos
Con ternura os vigilo
Y acecho vuestros pasos
Admiro mi destino,
Vuestros vicios antiguos disipo
Y los luzco como nuevas virtudes,
¿dónde estaréis mañana Evas octogenarias?
En vosotras se cierne la garra cruel de Dios...
¡Madres de corazón herido
Cortesanas o simplemente santas!
En vosotras se cierne la garra cruel de Dios...