Mama Perdona

Hoy me paro frente a ti como tu hijo,
sí. como tu hijo.
Tal vez delincuente, vago y bebedor,
carterista, desnudista, un buen chico qué mejor,
pero a fin de cuentas tu hijo.

Yo no sé quién habrá sido el que dijo
que madre sólo hay una,
pero debe ser verdad porque desde la cuna
sólo tú pudiste haber aguantado
este terco de mí, que en ocasiones no da una.

Yo sé, mamita, que te he hecho sufrir.
Recuerdo las noches que no te dejé dormir
porque ya era de madrugada
y yo no llegaba por andar de antro
con la niña que a mí me gustaba,
creyéndome lo máximo porque fumaba y tomaba,
ah.qué equivocado estaba.

Qué equivocado estaba.
Te acuerdas de mi musicota a todo volumen
llena de majaderías
y que cada vez que tú subías
y me ecías bájale, enchamúcate tú solo,
yo controlo más le trepaba al estéreo
a todo lo que daba.
Ah.qué equivocado estaba.

Perdóname jefita, qué equivocado estaba.
Me acuerdo cuando nos gritabas
que ya estaba la comida,
esperando que todos llegáramos a la mesa
y nos sentáramos a comer como familia,
pero todo el mundo tomaba su plato y se iba
y yo sabía que eso te lastimaba,
pero no hacía nada.

Me acuerdo cuando te gritaba,
me acuerdo cuando te juzgaba,
me acuerdo cuando exploté y les grité que la primera
oportunidad que tuviera me largaba.
Me acuerdo que te chantajeaba,
que me salía de la casa y no te avisaba.
Me acuerdo aquella vez que llegué borracho
y a bordo de una patrulla
y tú jefita me perdonaste y hasta
me diste algo para curarme la cruda.

Jefita, eres la mejor, no hay duda.
Siempre tu hombro para llorar me has brindado,
cada que has podido me has ayudado,
siempre con esos besos de madre me has consolado.
Y hoy, por eso, este día de las madres
yo quería darte el mejor y el más grande regalo,
pero ya ves lo que dice la otra rola, cero varo.
Y traté de hacerte la mejor y más bonita canción,
pero sólo pude componer estas rimas
sinceras que vienen de mi corazón.

♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥
Mamá perdona las veces que te he hecho enojar,
ma'perdona las veces que te he hecho llorar,
mamá perdona cada una de las veces
que no te supe respetar,
mamá perdona las veces que te dije que
iba a jugar y lo que hacía era irme a fumar,
mamá perdona las veces que yo te mentí.
Jefita, estas rimas son para tí.
Mamá quiero decirte que yo te amo,
que todo lo que has hecho por mí no ha sido en vano.
Mama, quiero decirte que ahora soy un niño sano.
Ya no voy a fiestas y trato de acostarme temprano.
Si tomo cerveza ahí de vez en cuando
en la comida, trato de buscar
más a Dios cada día.
Que tus oraciones son la pila que hacen que yo siga.
Mamita, que Dios te bendiga.

Mamá, yo sé que tú creías
que lo que me decías
me entraba por aquí y me salía por acá.
Mamita, hoy te digo, esas palabras de enseñanza
sólo están aquí en mi mente y corazón.
Y en la escuela, yo me acuerdo, puro diez sacaba
y yo con eso me conformaba,
sin embargo, no me daba cuenta que yo
a diario reprobaba
en cumplir los mandamientos que Dios
en su palabra me mostraba.

Yo me hacía el menso y el que no entendía nada
y yo sé que tú orabas y te preguntabas
cuándo llegaría el dia en que yo a Dios le serviría,
yo me burlaba de tí y te decía que
eso nunca pasaría.

Ah... no sabes, yo daría por borrar eso que dije,
sabes? Yo no quise lastimarte.
Espero algún día poder compensarte
el daño que esos comentarios
pudieron llegar a causarte,
pero mira, hoy mamita, ya hasta compongo
rimas y las escupo desde las tarimas
y hasta se salvan vidas.

Quién lo diría, que en un siervo del Señor me convertiría,
pero eso no hubiera sido posible si tú y papá
no hubieran estado ahí para prenderme
el fusible con sus exhortaciones y regaños con amor,
que me han hecho lo que ahora soy,
pero sé que les costó dolor.

Mamita, deberas, no sé cómo agradecerte
Horas invierto en los papeles,
estoy aquí para protegerte jefita.
Voy a cuidar de ti hasta que estés viejita,
pues ahora ya estoy preparado.
Pues orgullosamente antes de ser Marto
soy un Maldonado, educado por los mejores.

Siempre hemos sabido aprender
de nuestros errores.
Mamita, gracias por las cenitas en la madrugada
cuando yo estudiaba.
Gracias porque cuando olvidaba la tarea
en la mañana, me la pasabas
por la rejita sin que nos viera
la miss Adriana.

Gracias por prestarme el bochito
cuando lo necesitaba
a pesar de los golpes que yo le daba.
Gracias porque a pesar de que yo te fallaba
no perdías la fe en mí,
aunque yo constantemente te decepcionaba.
Mamita, gracias porque cuando me fui del hogar,
a pesar de que te dolió
me diste tu bendición
y hasta mi departamento me ayudaste a pintar.
Mamita gracias por la despensa del otro día
con mi comida y chatarra preferida,
gracias por el tiempo que
por mí sacrificaste, me cae que te pasaste.