Miel

Amor ¿qué guardas en la boca?
Que apenas me besas mi cerebro se coloca.
Todo mi cuerpo tiembla y retiemblan las rocas
Se callan las voces y los dioses nos invocan.

Amor, cuando te ríes ¿en qué río desembocas?
¿Cómo haces, querida, que das vida cuando tocas?
¿Por qué me vuelves loco? ¿Será porque eres loca
Y por ser tan prudente al mismo tiempo en una nota?

Ya he notado alborotado que de ti mi pasión brota.
Que alas rotas igual vuelan cuando tú las alborotas
Y que orbitas en las rutas en las que nuestro Dios flota.
Amor mío, eres tú mi sed para ser después mi gota.

Protagonista de mis notas.
Yo un simple guionista, eres tú la trama ignota.
Conoces lo espiritual y es tan vital lo que connotas.
Es normal que exista el mal, y al final, igual amor que lo derrota.

Somos el comienzo. Somos el amor.
Te traje un nuevo lienzo para que llenes de color,
Como lo haces con mi vida, querida.
Y te traje un poema que suena
A Sol de mediodía, a noche de Luna llena.

Quería hacer una canción acerca de nuestro amor tierno.
Después de cuatro estrofas se desvaneció el invierno.
Aquel blanco y negro se ha tornado en tus colores
Y las flores las vi crecer en mi cuaderno.

Recogí fresas y frases y las llevé en ese ramo,
Y trocitos de rimas para hacer nido en tu rama.
Quiero respirar tu aroma, así que a buen ritmo me arrimo,
Y brindarte del amor que el mismo cielo nos derrama.

Caminamos de la mano por el parque del cariño,
Riéndonos con ruiseñores y cantando como niños.
El sosiego junto a un lago que refleja nuestra historia:
Un pasado que fue fuego y un futuro tono gloria.

A la derecha del roble se callaron mis silencios,
Las palabras se quedaron a mirar nuestra unión noble.
El Sol y tú brillaban. Ese día llevé semillas,
Allí germinó el amor y le pusimos nuestro nombre.

Somos el final, somos el amor.
Como tú no hay nadie igual.
Como nosotros no hay dos
Yo siempre te recito un escrito
Y tú siempre me enamoras, ahora
Mi amor es el más bonito
Pues reluce con tu aurora.

Tomé para escribir algunas hojas de laurel.
Intentando de convertir el infinito a obras sucintas.
Otra vez los versos me quedaron manchados de miel
Y no entiendo porqué si en mi colmena hay sólo tinta.

Otra vez los versos me quedaron manchados de miel
Y no entiendo porqué si en mi colmena hay sólo tinta.
Tomé para escribir algunas hojas de laurel.
Intentando de convertir el infinito a obras sucintas.

Tomé para escribir algunas hojas de laurel.
Intentando de convertir el infinito a obras sucintas.
Otra vez los versos me quedaron manchados de miel
Y no entiendo porqué si en mi colmena hay sólo tinta.