A la Deriva
En aquel momento en el que te encontraste.
En una noche en medio del desastre.
Pensaste y luego miraste tu equipaje.
Es cuando vino el recuerdo,
de aquel verso entre trastes.
De una mirada que habla
sin pensar ni un instante.
Cada día, a la deriva,
el mar te calma como una caricia.
Y sinceramente, todo ha cambiado,
desde las 10 del día pasado.
Cada día, a la deriva,
el mar te calma como una caricia.
Y sinceramente, todo ha cambiado,
desde las 10 del día pasado.
Porque cada vez que dices que no eres suficiente,
se te queda en la mente, y es así como te mientes.
Porque cada vez que dices que no era importante,
lo llegas a creer, y es así como lo olvidaste.
Cada día, a la deriva,
el mar te calma como una caricia.
Y sinceramente, todo ha cambiado,
desde las 10 del día pasado.
Cada día, a la deriva,
el mar te calma como una caricia.
Y sinceramente, todo ha cambiado,
desde las 10 del día pasado.
Sin rumbo y sin destino,
prácticamente lo mismo.
Salir corriendo sin mirar la hora.
Mirada enfrente y sin detenerte.
Cada día, a la deriva,
el mar te calma como una caricia.
Y sinceramente, todo ha cambiado,
desde las 10 del día pasado.
Cada día, a la deriva,
el mar te calma como una caricia.
Y sinceramente, todo ha cambiado,
desde las 10 del día pasado.
Cada día, a la deriva,
el mar te calma como una caricia.
Y sinceramente, todo ha cambiado,
desde las 10 del día pasado.
En una noche en medio del desastre.
Pensaste y luego miraste tu equipaje.
Es cuando vino el recuerdo,
de aquel verso entre trastes.
De una mirada que habla
sin pensar ni un instante.
Cada día, a la deriva,
el mar te calma como una caricia.
Y sinceramente, todo ha cambiado,
desde las 10 del día pasado.
Cada día, a la deriva,
el mar te calma como una caricia.
Y sinceramente, todo ha cambiado,
desde las 10 del día pasado.
Porque cada vez que dices que no eres suficiente,
se te queda en la mente, y es así como te mientes.
Porque cada vez que dices que no era importante,
lo llegas a creer, y es así como lo olvidaste.
Cada día, a la deriva,
el mar te calma como una caricia.
Y sinceramente, todo ha cambiado,
desde las 10 del día pasado.
Cada día, a la deriva,
el mar te calma como una caricia.
Y sinceramente, todo ha cambiado,
desde las 10 del día pasado.
Sin rumbo y sin destino,
prácticamente lo mismo.
Salir corriendo sin mirar la hora.
Mirada enfrente y sin detenerte.
Cada día, a la deriva,
el mar te calma como una caricia.
Y sinceramente, todo ha cambiado,
desde las 10 del día pasado.
Cada día, a la deriva,
el mar te calma como una caricia.
Y sinceramente, todo ha cambiado,
desde las 10 del día pasado.
Cada día, a la deriva,
el mar te calma como una caricia.
Y sinceramente, todo ha cambiado,
desde las 10 del día pasado.
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