Cono de silencio

A ella
El sol, oblicuo y cálido de noviembre
Le recorta la piel apenas bronceada
Intensa al contraluz de la pared que está pintando
Y mientras el mural en que trabaja se termina
Ella va tomando la tarde
Acaparando el centro
Robando el lugar a la música
Los triángulos no rectángulos, los tetraedros
Las figuras irregulares, si es que algo así existiera
Dimiten, renuncian, se repliegan
Se esconden en la sombra, en el fresco que aplaca
En el silencio del cartel que dice pintura fresca
Y la noche cómplice suaviza el tono
Ella anuncia que prefiere los gatos
Y dice que tiene algo así como un novio en algún lado
Sin dejar de sonreír sonríe entera
Generosa en el brillo de los ojos
Sonríe como si eso fuera lo único que importara
En medio de la noche
Antes del verano
Lejos del dolor
Sonríe y se parece a la palabra Sí
Al color azul
Al calor del sol

A él
Parco en sus distancias, en sus maneras
Lo hamacan el sol, el humo de la marihuana y el ritmo de la música
Piensa en la rubia a la que preguntó el nombre más temprano
Y toma cerveza distraído y sin parar
Hasta que la mira y luego la ve
De a poco
Como sin querer
Como sin animarse a empezar
Lento, idiota, inevitable
Se acerca y observa, se detiene y se va
Se acerca y avanza, se ofrece a pintar
Se deja enseñar
Toma cerveza, toma cerveza, toma cerveza y pinta
Se ríe con ella, toma cerveza y pinta
Llega la noche naranja y lenta
Ridícula en sus intenciones
Él quiere hablar, quiere contar y brillar
Y apenas puede
Lento, muy lento de alcohol y marihuana
Obligarse a guardar cálida distancia