Crónicas de Un Adolescente Alcohólico Y Deprimido

Ya no basta la hipocresía para ojos de un ególatra
si duelen tus abrazos por seguir viviendo en cólera,
¿Miraste tu reflejo tan cansado en la mañana?,
ya no eres esa persona que siempre moría de ganas.

La lluvia cae y también te empapa los lentes,
olvidaste un rato el mundo y esta vida decadente,
y ahora quieres dormir y solo despertar sin culpa,
casi tan imposible como bajarle la luna.

Una por una, los sueños vienen y van
y sigo pensando que es mentira que no morirán,
hoy día la recuerdas y no puedes ni olvidarla,
no puedes y ni quieres ni de tu mente sacarla.

Te escondes bajo la mesa y hasta acá huelo tus ansias,
no voy a detenerme hasta que al fin pueda saciarlas,
¿Te duele el alma de mirarte agonizando cada noche?,
es la gloriosa tortura de los reproches.

Y trajiste con tu tristeza 2 botellas de ron
pa' ver si de una vez logramos consumar la pasión
pero que destino tan osco, trajo todo menos suerte,
en las mañanas el arrepentimiento es más fuerte.

Y te apesta la boca a cigarrillo con alcohol,
vas y te lavas la cara con angustia y con dolor
y te miras al espejo y te molesta el cinismo
por toda esa pena ajena que te causas tu mismo.

Vas destrozado, abrumado y un poco distraído
en el umbral de tus huesos la pena hace mucho ruido
y en la orilla de tu cama, ahogado de melancolía
rapeando versos tristes pasas la mitad del día.

Ya no hay reposo, el dolor no da tregua ni se va
te duele más el corazón que el orgullo en realidad,
el día ya se hizo tarde y el sueño no arregla la vida,
de las 3 veces dormido 3 tuviste pesadillas.

Y cae de nuevo la noche y le temes otra vez,
siempre ignorando las cosas, dejándolas pa' después
y tus amigos te aconsejan que mejor cambies de nombre
y no sabe nadie que esa mierda te hace menos hombre.

Ya solo vive en tu mente,
ya no llores por ella...

Al final ni era tan bella.