Los dos hermanos

En el principio, en la tierra naciente,
vivían dos hermanos, en un jardín floreciente.
Caín y Abel, hijos de Adán,
cada uno con su labor y su afán.

Abel cuidaba ovejas con devoción,
Caín cultivaba la tierra con dedicación.
Ambos ofrecieron al Señor su don,
pero solo Abel encontró Su bendición.

¡Oh, Caín, tu corazón sombrío!
La envidia en tu alma sembró un río.
El dolor de un hermano al cielo clamó,
y en la tierra, tu marca el Señor dejó.

Caín enojado, su rostro cayó,
el Señor le habló, pero no escuchó.
"Si haces lo correcto, serás aceptado,
pero si no, el pecado está a tu lado."

Caín llevó a Abel al campo un día,
y allí desató su ira fría.
Levantó su mano, su hermano mató,
la sangre de Abel, a Dios clamó.

¡Oh, Caín, tu corazón sombrío!
La envidia en tu alma sembró un río.
El dolor de un hermano al cielo clamó,
y en la tierra, tu marca el Señor dejó.

"¿Dónde está tu hermano?" El Señor preguntó
"¿Acaso soy su guardia?" Caín contestó
la voz de la sangre desde el suelo gritó
Y en el corazón de Caín la culpa se alojó.

¡Oh, Caín, tu corazón sombrío!
La envidia en tu alma sembró un río.
El dolor de un hermano al cielo clamó,
y en la tierra, tu marca el Señor dejó.

¡Oh, Caín, tu corazón sombrío!
La envidia en tu alma sembró un río.
El dolor de un hermano al cielo clamó,
y en la tierra, tu marca el Señor dejó.

Caín, tu corazón sombrío!
La envidia en tu alma sembró un río.
El dolor de un hermano al cielo clamó,
y en la tierra, tu marca el Señor dejó.



Credits
Writer(s): Jasserth Contreras
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