Las Coplas del Divorcio

LAS COPLAS DEL DIVORCIO.
Como ya llegó el divorcio yo te aconsejo José,
divórciate de esa tigra para que puedas beber.

Y por este buen consejo yo te aconsejo Gildardo,
voy a dejar ese rejo si me sigue regañando.

Siquiera llegó el divorcio, muy contento está Gabriel, ya dijo que de esa fiera se va a divorciar también.

Está más contento Ernesto, ayer me lo dijo él,
que ya le pidió el divorcio a su culebra cascabel.

Así le pasó a mi primo, a mi primo Misael, no le dieron el divorcio y se le voló a la mujer.

Ya se divorció Carlota me dijo estirando nuca,
que se cansó de comer diario de la misma yuca.

El matrimonio civil a todos les va a gustar se puede meter la pata y después volverla a sacar.
Ay! Pobrecito Joaquín, por quererse divorciar la mujer con martillo lo mandó pal hospital.

Que vivan, vivan las coplas; que viva, viva el divorcio,
que viva el hombre soltero porque ese sí es buen negocio.
Y como yo no soy bobo voy a cambiar mi bizcocho, yo voy a cambiar mi vieja por una de dieciocho.

Como yo estoy divorciado, aunque me den mucha plata, yo no vuelvo a ser tan bruto no vuelvo a meter la pata.

Agustín pidió el divorcio a esa pantera negra,
pero ese fue más de malas casi lo mata la suegra.

Yo le dije a mi mujer le doy un carrito Cinca,
si me da el divorcio mija yo le doy hasta mi finca.

El matrimonio es muy duro los primeros cinco años, pero de ahí en adelante no lo aguanta ni un caballo.

Abajo todos los bobos, los que se piensan casar, si supieran cómo es eso mejor se hacían ahorcar.

Hasta el día en que casé yo era muy elegantón,
y ahora de cargar mercado estoy todo maletón.
Que vivan