El Sentir de un Poeta

Caramba chico mira como es la vida,
A veces triste y está llena de dolor,
Caramba caramba chico mira como es la vida,
A veces triste y está llena de dolor,
Yo sin embargo le tengo que dar las gracias,
Por eso don tan especial que en mi doto,
Yo sin embargo le tengo que dar las gracias
Por ese don tan especial que en mi doto,
Reír, sufrir, cantar, llorar
Pero lo más importante es que soy compositor,
Soñador de mundos nuevos y bohemio en el amor,
Anda el amor están puro y tan bonito que si el no viviría,
Por amor yo vine al mundo, me trajo la vieja mía,
Gracias le doy a mi padre que me engendro
En aquel día o quizás en una noche, muy oscura
Tal vez cuando amanecía y con los rayos del sol
Un día vine a la vida a cumplir con mi labor,
Sin pretexto que lo impida, a pesar del sufrimiento
De barreras y malicia he logrado tantas cosas
En lo corto de mi vida por lo menos el aplauso
De un público que me admira,
Saben que no soy llanero pero es que el arpa me inspira
Pa cantar con devoción a las mujeres bonitas
Yo les pido a mis amigos que me disculpen ahorita
Pero yo quiero brindar a todas las florecitas
Un beso de este oriental que las quiere y que las mimas
Pues para mí la mujer es la fruta más divina
Es la eterna compañera que comparte nuestros días,
Dígame usted camarita sin mujer que pasaría
Se hubiese acabado el mundo por eso dios las bendiga.

II
Gracias mi gente por tan lindo sentimiento
Les agradezco también gracias a mi dios,
Gracias mi pueblo querido por tan lindo sentimiento
Les agradezco también gracias a mi dios,
Por alumbrarme ese difícil camino
Que el padre nuestro desde el cielo me asigno,
Por alumbrarme ese difícil camino
Que el padre nuestro desde el cielo me asigno,
En mí, tendrán, amor y paz,
Estrecha mi mano franca sin ninguna mezquindad,
Amos los niños y al viejo siempre debo respetar,
Hay respetar un viejo es una reliquia
Por la experiencia vivida
Cuando nos dan un consejo hay que aceptarlo enseguida,
Si es un viejito de un pueblo que trabaja noche y día,
Nos cuentas cosas tan lindas de aquella infancia perdida