El Monte de Venus

Con el perfume del aburrimiento
la soledad me quería seducir
cansado de festejos navideños
aquella noche estaba a punto de partir
sentado estaba casi por dormirme
tocaban musiquita industrial
un bombo y una melodía tan pinche
que solamente me podían arrullar
cuando de pronto como del cielo
bajó un ángel disfrazado de mujer
¡que digo un ángel! ¡la diosa Venus!
la diosa del amor y de la miel
me saludó tan efusivamente
yo idiotizado con su forma de actuar y de mirar
no comprendía como es que una diosa
con esos ojo se fijara en un mortal
me dije: "oye che estás soñando...
como crees que esos labios besarian los tuyos
vos estás loco si estás pensando
que con tu boca besarías esos muslos"
Y al angelito de la conciencia
lo mande al diablo cuando vi esas dos caderas
y me olvidé de aquella fiesta
en cuanto pude tener sus labios tan cerca

Y la besé y la besé y la besé
la caricié, la caricié, la caricié
quería saber que se sentía mortal
en el monte de Venus
¡ay mi Venus!
Yo la besé, yo la besé, yo la besé
la caricié, la caricié, la caricié
y al ver que ella también vibraba con mi piel
el olimpo fue nuestro ¡viste! ¡ay! re nuestro
¡Qué bien que tocás esa mierda Carlitos!
Con el pretexto del elixir divino
la invité a que fuéramos a comprar
pero como era elixir para los dioses
no había en todo el paraiso terrenal
mientras que un blues se tocaba en la radio
a los suburbios del edén me la llevé
y al ritmo de un bajo sincopado
yo descubrí a la más hermosa mujer
Y al angelito de la conciencia
lo mandé al diablo cuando vi esas dos caderas
y me colgué de aquellas piernas
en cuanto pude bajar esas pantaletas

Y la besé y la besé y la besé
la caricié, la caricié, la caricié
quería saber que se sentía mortal
en el monte de Venus
¡ay mi Venus!
Yo la besé, yo la besé, yo la besé
la caricié, la caricié, la caricié
y al ver que ella también vibraba con mi piel
el olimpo fue nuestro ¡viste! ¡ay! re nuestro
y esto se acabó