Tengo Saturado el C

Me copié, me borré,
me corté y me pegué,
me envié y me recibí,
me adjunté y me reenvié.

Me instalé y me backupeé,
me reinicié y me eliminé,
me guardé y me guardé como,
click en sí y en sí a todo.

¡Tengo saturado el C!

Me acepté y me cancelé,
me deCD y me DVD,
me hice undo, undo y redo,
me salvé y me formateé.

Me cambié la fuente y me alineé
a la izquierda, al centro, a la derecha
y me justifiqué.

Y aunque digan que no importa
me cambié el tamaño,
me pasé a negrita y me subrayé.

¡Tengo saturado el C!

Igual me considero spam, un monitor,
usuario sin contraseña, un módem sin servidor,
ventana minimizada, un sitio en construcción.,
y un día decidí lo peor:

me hice doble click y me ejecuté,
con tanta suerte que un virus detuvo mi acción.
Y ahí me di cuenta que soy mucho más que wavs,
que doc, que avi, que mov, que mpeg 2.
Soy mucho más que íconos,
ventanas y carpetas y archivos
porque tengo un corazón.

¡Tengo tengo un corazón!