Rufina

Yo caí en la gran desgracia,
de casarme con Rufina.

Y es que sus papás juraban,
que ella era mujer muy fina.

Pero pronto me di cuenta,
que Rufina era otra cosa,
y que en su pueblo tenía fama,
de coqueta y resbalosa.
Un día se fue de la casa,
y cargó con lo que pudo,
la vecina me dio el chisme,
que se fue con un greñudo.

(Que Rufina es tan ladina)
y eso que venía de rancho,
(pero en fin quedo en familia)
se fue con mi primo pancho,
(que Rufina es tan ladina)
que se fue no me lastima,
(pero el primo que no sabe)
la araña que se echó encima.

Pero era tan hacendosa,
dejo todo limpiecito.

Se llevó toda mi ropa,
y mi sombrero nuevecito.

Largo también con la tele,
y la videocasetera,
se llevó mis botas nuevas,
y mi chamarra vaquera.
Aunque dejo un gran vacío,
no me pudo que se fuera,
lo que si me partió el alma,
que se llevó la chequera.

(Que Rufina es tan ladina)
y eso que venía de rancho
(pero en fin quedo en familia)
se fue con mi primo pancho
(que Rufina es tan ladina)
que se fue no me lastima
(pero el primo que no sabe)
la araña que se echó encima.