Prendiendo El Motor
Prendieron la motosierra mientras la playera se puso a quitar
Un hombre crucificado en dos palos clavados, se oía gritar
Con los adentros por fuera, antes de echarla andar
Una daga carnicera en manos de una fiera, lo hacía por vengar
Le abrió el ombligo hasta el pecho, dejó abierto un trecho pa después golpear
Derechazos en costillas, corazón y tripas hacían estallar
Con una hacha de mano, quebró todo el costillar
El corazón palpitando y todavía hablando, idioma oriental
A como sea el pecado será castigado, decía el autor
La motosierra bramando, le fue arrancando gritos de dolor
Ahí caían revotando, los trozos que le arrancó
Como parque casquillando, pedazos de brazo de un mismo grosor
Otros cuantos lo miraban, también esperaban esa misma fe
Sus caras ya reflejaban una maltratada y quemada la piel
En vida lo rebanaban, diestro como todo un chef
Parecía rompecabezas, confusa las piezas quedaron también
Los restos no aparecieron, no lo merecieron, que tal seria el mal
Aquel joven carnicero no dio privilegio ni para enterrar
A esos hijos de vecinas, nunca mostrará piedad
Creo que ese ojitos jalados, fue especializado en el sushi oriental
Yo no sé si debían algo, pero ese algo tenía valor
Porque aquel hombre adiestrado fue mortificado a causa de un dolor
Se sacó dos tres espinas, pero hay monte en su labor
Todavía sigue rastreando, ahí va taspanando y prendiendo el motor.
Un hombre crucificado en dos palos clavados, se oía gritar
Con los adentros por fuera, antes de echarla andar
Una daga carnicera en manos de una fiera, lo hacía por vengar
Le abrió el ombligo hasta el pecho, dejó abierto un trecho pa después golpear
Derechazos en costillas, corazón y tripas hacían estallar
Con una hacha de mano, quebró todo el costillar
El corazón palpitando y todavía hablando, idioma oriental
A como sea el pecado será castigado, decía el autor
La motosierra bramando, le fue arrancando gritos de dolor
Ahí caían revotando, los trozos que le arrancó
Como parque casquillando, pedazos de brazo de un mismo grosor
Otros cuantos lo miraban, también esperaban esa misma fe
Sus caras ya reflejaban una maltratada y quemada la piel
En vida lo rebanaban, diestro como todo un chef
Parecía rompecabezas, confusa las piezas quedaron también
Los restos no aparecieron, no lo merecieron, que tal seria el mal
Aquel joven carnicero no dio privilegio ni para enterrar
A esos hijos de vecinas, nunca mostrará piedad
Creo que ese ojitos jalados, fue especializado en el sushi oriental
Yo no sé si debían algo, pero ese algo tenía valor
Porque aquel hombre adiestrado fue mortificado a causa de un dolor
Se sacó dos tres espinas, pero hay monte en su labor
Todavía sigue rastreando, ahí va taspanando y prendiendo el motor.
Credits
Writer(s): El Diez
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