Renacimiento

Renazco, abro libreta y paso página,
los últimos diez años los perdimos entre tanta máquina;
arranco de golpe un año de esos diez,
me queda una hoja en blanco
y voy con ganas de sentirme bien.
Así que recojo colillas del suelo,
ándate con ojo, de puntillas, que peligra el vuelo.
Y espero, sentado en la acera,
y el tiempo a veces va tan rápido que parece que vuela; y echo a volar.
Hay un pozo en mi sofá,
me pide a gritos que me quede y que no salga más.
He llorado y me ha dolido, tengo miedo, hace frío, y el corazón cansado.
Miro a todos lados, he vuelto derrotado.
He oteado lo atrevido y he traído lo que me he encontrado.
Esa es mi historia:
planteamiento nudo y desenlace.
No miento, me cabe el mundo en la siguiente frase.
Pasé de fase y se quedó muda la sala;
tiemblo y se resbala el calor por la clase.
Tengo clase, aunque no esté bien contarlo;
guardo ases en tu manga y sueño con sacarlos.
Acabo pidiendo amor, paz y revolución;
úsala: hay un arma escondida en tu voz.
Pulso inicio, ejecutar todos los programas, hace demasiado tiempo que no escribo nada.
Devuélveme mi Word, mi explorador de Windows, que la ____ se llama eso, y eso, que es lo mismo.
Cambiamos el nombre, pero no el sistema,
guardan seis balas para matar a los que intentan romper sus esquemas.
Esta es España, cuna del fascismo,
donde siempre perdemos los mismos y nos golpean con saña, y nos enseñan que pasa si las masas gritan.
Pecan de hipócritas; si estás perdido, sigue mis rimas.
¿Terrorista quién? ¿Democracia dónde?
¿Quieres saber dónde se esconden? Busca en la ermita.
Pero oye, que al deporte somos unos fieras, y recortan mi nevera y la educación gratuita.
No me creo nada...
de lo que me cuentan.

Se acaba mi viaje, suerte.