Mil Historias

Y bueno nada simplemente son, son tres historias que
Que yo quería compartir con ustedes porque
No sé son, tocan ahí una fibra en, en lo más profundo
Al menos a mí me emocionan pero, no sé JP diles tú

Y son mil historias
Historias, no se escapen sean memorias
Y son mil historias
El olvido ya está acá
Más acá está el más allá (son mil historias)

La anciana lentamente va hacia el comedor
Repasa con una mirada todo a su alrededor
Pausadamente comienza así de nuevo su rutina
Levanta el retrato y con nostalgia lo examina
Lo frota una y otra vez, quitándole el polvo
Le habla tiernamente al joven, te extraño Rodolfo
Y le cuenta que sin él, la vida es vacía
Que todos los días son iguales todos los días
Que la cama es un desierto enorme sin su compañía
Que ya no mira las estrellas
Ya no esta con quien lo hacía
Que desde el día que él partió, algo en ella se partió
Que desde el día en que él murió, murió también toda alegría
Que el tiempo se detuvo y las cortinas se cerraron
Que no hay música sin su voz, los recuerdo que crearon
Intentan escapar pero ella los retiene
¿Cómo no hacerlo si eso es lo único que tiene?
Y mientras la anciana conversa con la foto
Afuera pasan primavera, verano, invierto y otoño
Y se queda allí inflexible como el tiempo
Detenida para siempre, prisionera del momento
Aunque, luego se irá a dormir
Cerrará sus ojos y comenzara a sonreír
Dejará por fin atrás jornadas largas y amargas
Bailará con Rodolfo la canción de Pedro Vargas
Como la primera vez cuando él su amor confesó
Y sin esperar respuesta él la besó
Dulce melancolía hardcore en Septiembre
Shhh la anciana se durmió

Y son mil historias
Historias, no se escapen sean memorias
Y son mil historias
El olvido ya está acá
Más acá está el más allá

El hombre estaba en su oficina recordando
Atendió un par de llamadas luego siguió pensando
Abstraído entre pregunta y reproche de tanto en tanto
Buscaba el modo de volver a intentarlo
Él se juzgaba a sí mismo, muy severo susurrando
¿Como estará el Benja, estará pololeando?
Quién sabe qué le habrán dicho que no quiere hablarme
Son años sin saber de él, no quiere que sea su padre
Tengo claro que me odia y quizás es con razón
Más no me deja explicar y eso me rompe el corazón
No sabe lo que pasé ni cómo yo enfrenté
Yo era un niño que de pronto estaba a cargo de un bebé
Me equivoqué (sí) salí corriendo
Sólo una oportunidad hace años que le estoy pidiendo
Tengo claro que sufrió muchísimo por mi culpa
Y ese es mi sufrimiento también, yo te pido mil disculpas
Y aunque algún día lo hagas hijo mío
Todo el daño que te causé no me lo perdonaré, cuánto hai sufri'o
Cuánto sufrí yo, me perdí de tantas cosas no te pude ver ser niño
El hombre en eso pensaba y divagaba
Cuando de pronto su secretaria su puerta le golpeaba
"Adelante" - el hombre exclamó
Ella entró y le dijo
"Aquí afuera hay un joven que dice ser su hijo"
La puerta se abrió más y el hombre vio que tras
La secretaria había un joven a punto de estallar en lágrimas
"Que pase" – pasó
Dos minutos en silencio uno ante el otro luego vino ese abrazo
El joven se hundió en el pecho del hombre
El hombre lloraba como un loco repitiendo su nombre
Y tanto a uno como al otro se le sanó el corazón
Porque entregados al abrazo ambos se pidieron perdón

Y son mil historias
Historias, no se escapen sean memorias
Y son mil historias
El olvido ya está acá
Más acá está el más allá (son mil historias)

Sentado solo en medio de la sala
El sol sin filtro pero él oculta su cara
El fatigado escritor no sabe qué escribir
Horas frente al monitor nada puede concebir
Se quedó sin ideas, no sabe ya a qué acudir
Ya escribió tanto recuerdos, él se quiere rendir
Escribió una palabra y de inmediato la corrige
Se increpa duramente y más se exige, se aflige
Ni una sola idea cuando antes tenía mil
El tiempo no pasa en vano, el ya se siente senil
Escritor sin poder escribir, eso no es vida
Por eso su única idea, es la ideación suicida
Textos sin alma sólo palabras sueltas
Oraciones y frases que nacen muertas
No reflejan la sensación del fatigado escritor
Así su frustración cada vez es mayor
Pero allí reconoce que hay algo por explotar
Se acomoda sus anteojos, se dispone a crear
El ruidito del teclado ya empieza a sonar
Comienza entonces y se deja llevar:
"La anciana lentamente va hacia el comedor
Repasa con una mirada todo a su alrededor
Pausadamente comienza así de nuevo su rutina
Levanta el retrato y con nostalgia lo examina
Lo frota una y otra vez, quitándole el polvo
Le habla tiernamente al joven, te extraño Rodolfo
Y le cuenta que sin él, la vida es vacía
Que todos los días son iguales todos los días"



Credits
Writer(s): Rosendo Montiel Alvarez
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