Vigilado por el bingo

Enviado especial de la RENFE.
Currando. Oficial de primera.
Doce horas de pateo y vigilancia en tu cochera.
Trabajo temporal y corrupción en mal estado.
¿Qué harás en la próxima jornada si estás amargado?
Lloras. Pero no hay dinero, ¿quién lo cura?
Hablas, sulfuras y gritas, si tienes miedo a las alturas.
Atadura en mi suerte (____) mi rap cultura.
Estreñimiento y vómitos son principios de locura.
Hablas solo, sueñas, piensas y sufres.
Y tu mujer en tu casa esperando a que llegue el sobre.
Decidido, otro engañado, pronto entrarás adentro.
Alguien detrás tuyo comentando encuentro.
Luces se encienden, se apagan, tu suerte se acaba.
Estas nervioso y derrotado, y tu garganta se empalaga.

Tu boca está seca, tu bolsillo vacío.
Hay que entrar en otro casino, y del último no has salido.
Joder tío, hay que alimentar a un crío,
Todavía debes dinero y en la salida hay lío.
Decides salir de fuga, corriendo por la puerta
Y te metes en el bingo, que parece que esta cerca.
La cosa pinta bien, la cena está a tres euros,
Pero es una trampa para volver a verlos.
Mientras cenas te hacen comprar 30 cartones,
¡Cabrones! Pagas diez veces más lo que te comes,
Pero si toca, la vida loca.
Xirrían los dientes de tu boca al pensar los gramos que caerán de coca.
Sales del local, derrotado y cansao.
Te quedas en un banco santao y amargao,
Porqué no te ha tocao.

Le dio por la coca. No. Le dio por el bingo.
Todo el día con el cartón en la mano, de lunes a domingo.
Para que dar la ruta en busca de graffiteros,
Si a él lo que le daba morbo era gastarse el dinero.
Le dio por la priva. No. Le dio por el vicio.
Todo el día en el casino el tío, era su oficio.
Vigilar, no, porqué todo el mundo que pintaba,
Se hacían puertas de colores en su cara.

Tu sueldo por la mitad
Te jode ver la realidad, verdad.
Al menos te queda tu carnet de identidad.
Para entrar en otro local, úsalo.
Coge un chaval, y acúsalo de robo.
Y le verá las orejas al lobo.
Al llegar a casa con cara de bobo, tu mujer. (¿el dinero?)
Tendrás que excusarte de algún modo.
El precio justo y la rueda de la fortuna, ya pasarón.
Programas a los que te apuntaste, pero nunca te llamaron.
A vicio y traición, conduce tu pasión.
Vas robándole dinero al taquillero en la estación.
Sin perdón a tu adición engánchate a las lumis.
Calle, bailén 22, pis, putas de lujo y striptease.

El vicio te contrae las venas, como un yonki en Kantunil.
Mientras tus niños y los lunnis se van a la cama.
Enfermo, 25 en la ruleta en vertical.
El diablo te chilla que juegues, prueba haber si aciertas.
Nadie te consuela, se sincero.
Si tienes que confiar en alguien, primero mira al cielo.
Lo juegas todo, la moto, el piso, el coche,
Los zapatos de charol de tu mujer y los tuyos de claque.
Las bambas Nike de tus hijos, hasta la bombona de butano.
En bancarrota juégalo, quémalo.
Tu instinto es pirómano.
Robaste para jugar pero te hicieron la espera.
Habías dejado más huellas que el botón de la máquina tragaperras.
Mientras los niños se ríen de tu cara de calamonia,
Él ya no vigilará más cercanías.

Le dio por la coca. No. Le dio por el bingo.
Todo el día con el cartón en la mano, de lunes a domingo.
Para que dar la ruta en busca de graffiteros,
Si a él lo que le daba morbo era gastarse el dinero.
Le dio por la priva. No. Le dio por el vicio.
Todo el día en el casino el tío, era su oficio.
Vigilar, no, porqué todo el mundo que pintaba,
Se hacían puertas de colores en su cara.

- Viciao!
- Pobre hombre!
- El bingo es su casa.
- Viciao!
- Pobre hombre!
- El dinero te quema.
- Viciao.
- Pobre hombre.