Corrido de Manuel Juarez
en un ranchito en la sierra
feliz vivia manuel juarez
arrendando sus caballos
cuidando sus propiedades
trabajando bien su tierra
poco sale a las ciudades.
rechula estaba su chata
estaban recien casados
vivian en casa de adobe
pero bien enamorados.
la fiesta del cuarto viernes señores
se celebraba en el pueblo
cerca de semana santa
pero andaba suelto el diablo.
manuel encilla una yegua
tambien su potro mas fino
con su sonrisa y su prieta
con rumbo al pueblo se vino
caramba que mala pata
que jugada del destino.
un tipo grita en la calle:
¡ay que rechulas caderas!
no se referia a la yegua
y esas si son tiznaderas.
manuel le dio vuelta al potro
y el otro saco pistola
juarez herido de un brazo
y el otro muerto hecho bola
en las patas del caballo
que manuel juarez adora.
testigos hubo del caso
y aunque a manuel apresaron
luego de averiguaciones
en libertad lo dejaron
mientras que calladamente
al ocicon sepultaron.
y en un ranchito en la sierra
allá vive manuel juarez
con sus hijos y su chata
tiene pocas amistades
trabaja cuacos y tierras
ya no baja a las ciudades.
yo con esta me despido, señores
y quedo claro una cosa
que aunque sea humilde el ranchero
hay que respetar su esposa...
feliz vivia manuel juarez
arrendando sus caballos
cuidando sus propiedades
trabajando bien su tierra
poco sale a las ciudades.
rechula estaba su chata
estaban recien casados
vivian en casa de adobe
pero bien enamorados.
la fiesta del cuarto viernes señores
se celebraba en el pueblo
cerca de semana santa
pero andaba suelto el diablo.
manuel encilla una yegua
tambien su potro mas fino
con su sonrisa y su prieta
con rumbo al pueblo se vino
caramba que mala pata
que jugada del destino.
un tipo grita en la calle:
¡ay que rechulas caderas!
no se referia a la yegua
y esas si son tiznaderas.
manuel le dio vuelta al potro
y el otro saco pistola
juarez herido de un brazo
y el otro muerto hecho bola
en las patas del caballo
que manuel juarez adora.
testigos hubo del caso
y aunque a manuel apresaron
luego de averiguaciones
en libertad lo dejaron
mientras que calladamente
al ocicon sepultaron.
y en un ranchito en la sierra
allá vive manuel juarez
con sus hijos y su chata
tiene pocas amistades
trabaja cuacos y tierras
ya no baja a las ciudades.
yo con esta me despido, señores
y quedo claro una cosa
que aunque sea humilde el ranchero
hay que respetar su esposa...
Credits
Writer(s): Jose Manuel Figueroa Figueroa
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