Contra el Yo
Escribo en contra del yo, aunque se cante así misma mi canción
No es más que una confesión, soy viudo de ambición
Mi verso nace libre, pues confío en mi intuición
Ya no ansío la ovación, solo aspiro a la emoción
Ya no hay duda alguna, agradecido de estar vivo
A nadie envidio, soy consciente de mi fortuna
Porque tengo el amor y porque tengo la escritura
En la que tengo este don de hacer volar con la pluma
La luna suspendida en lo alto como una campana
Mary duerme y es luciérnaga en la noche, mi ventana
Todo este tiempo estuve afinando mi corazón
Para poder entonar para ti ahora, la gran canción
Si dices que mi verso está marcado por lo eterno
Digo: "Tú también, pues infinito es nuestro encuentro"
Estamos todos juntos dentro de este mismo barco
Amiga mía, el universo es un puerto naufragando
Y aunque soy completamente consciente de este naufragio
Vivo ya sin miedo, porqué la vida es un milagro
Increíble como el arte me permite ver más hondo
Y como ofrenda traigo a la superficie lo que hay en el fondo
¿Qué es este estertor tortuoso?
¿Está prisa que todo lo vuelve borroso?
Poco a poco, la vida nos va agriando la saliva
Y en su ida nos oxida con su patina, los ojos
¿La liberación o el yugo?
Nos habita la contradicción, somos la gula y el ayuno
Lo prohibido nos incita, excita con pasión indómita
El deseo por la incógnita y tras el coito, la cuita
¿Otra vez mis manos manchadas de tinta?
Qué extraña la vida, siempre igual y siempre distinta
Nacimiento y muerte son uno
Como el espectáculo del crepúsculo: ósculo de la luz con lo oscuro
Eres el sol, la luna, eres Jesús, eres Buda
Eres tu madre, alguien, todo, nadie
Todo va deprisa el tiempo se desliza
Nada cristaliza, la muerte y el amor son insobornables
El tiempo nos persigue huyendo
Pero es un tiempo mundanal
El transcurso universal no tiene tiempo
Estoy de paso por lo eterno
Viviendo sin envidiar lo que otros tienen y sin miedo a perder lo que tengo
Odio y egoísmo nacen de un corazón vacío
Un ser verdaderamente pleno vive agradecido
Hoy solo me hace feliz, hacer feliz a los míos
Y es que solo así, la felicidad cobra sentido
Son izquierdas mis dos manos
Pero tengo la palabra y con ella el milagro
De lograr ganarme el pan con el alma
Aunque ahora todo cuanto mendigo es para ofrendar
Pues ya sé que, se pierde aquello que no se da
Algunos pasan persiguiendo la riqueza tanto tiempo
Que cuando por fin son ricos, se los lleva el viento
¿Así qué quién es el que está en lo cierto?
¿Quién desea lo que ya es suyo, o quién vive persiguiendo?
Vivamos al revés, no ante cada instante como si fuera el último
Sino como si fuera la primera vez
Como el asombro del niño y la serena vejez
Sin ambición, sin prisa, sin odio, sin miedo, sin juez
Ahora presencio el silencioso, descenso del sol
Sobre el inmerso y terso lienzo, adieso pienso: ¿quién soy?
Yo solo soy un soñador, un mudo cantante
Yo no sé cantar, pero puedo hacer que las cosas canten
Aunque no sé si es un don o es una enfermedad esta sensibilidad
Llorar es lavarse el alma en realidad
El estro es tan fugaz, hay que disparar para atraparlo
Y tras mis párpados, encuentro la paz, come de mi mano
No sé si mi rima ayuda, que esa duda tuya huya
Pero escucha: El amor siempre vence sin lucha
Como tú y yo, dos amantes fervientes
Cruzando de la mano, la existencia como un río sin puentes
Arriba el símbolo, Sirio en su ígneo giro
Abajo el himno, el silbo del mirlo en el mirto
Y en mitad nosotros, conscientes de este delirio
Testigos de un destino previsto y desconocido
Y si la muerte se me lleva, sin aviso antes de tiempo
Que quede constancia aquí, de que fui un hombre pleno
Que abrí el regalo de vivir y encontré todo dentro
Y que escribir, no fue más que mi forma de agradecerlo
Así que, de mi cuerpo frío, amor mío, haz polvo fino
Sí me voy primero y rozar tus pies en el camino
Ayer busqué la inspiración en el dolor y me hice daño
Y cuando el corazón vence al ego, el necio se convierte en sabio
Y el sabio está concentrado en lo trascendente
El necio distraído en el ruido del vulgo
Por eso, al final el necio tatúa en la piel de la serpiente
Mientras que el sabio tatúa en el alma del mundo
Algunos hoy me miran como a un loco por qué soy feliz
La belleza no estaba en el paisaje, la belleza está en mí
No soy lo que tengo, por fortuna tengo lo que soy
Al fin me he vencido y hoy soy más fuerte que yo
No es más que una confesión, soy viudo de ambición
Mi verso nace libre, pues confío en mi intuición
Ya no ansío la ovación, solo aspiro a la emoción
Ya no hay duda alguna, agradecido de estar vivo
A nadie envidio, soy consciente de mi fortuna
Porque tengo el amor y porque tengo la escritura
En la que tengo este don de hacer volar con la pluma
La luna suspendida en lo alto como una campana
Mary duerme y es luciérnaga en la noche, mi ventana
Todo este tiempo estuve afinando mi corazón
Para poder entonar para ti ahora, la gran canción
Si dices que mi verso está marcado por lo eterno
Digo: "Tú también, pues infinito es nuestro encuentro"
Estamos todos juntos dentro de este mismo barco
Amiga mía, el universo es un puerto naufragando
Y aunque soy completamente consciente de este naufragio
Vivo ya sin miedo, porqué la vida es un milagro
Increíble como el arte me permite ver más hondo
Y como ofrenda traigo a la superficie lo que hay en el fondo
¿Qué es este estertor tortuoso?
¿Está prisa que todo lo vuelve borroso?
Poco a poco, la vida nos va agriando la saliva
Y en su ida nos oxida con su patina, los ojos
¿La liberación o el yugo?
Nos habita la contradicción, somos la gula y el ayuno
Lo prohibido nos incita, excita con pasión indómita
El deseo por la incógnita y tras el coito, la cuita
¿Otra vez mis manos manchadas de tinta?
Qué extraña la vida, siempre igual y siempre distinta
Nacimiento y muerte son uno
Como el espectáculo del crepúsculo: ósculo de la luz con lo oscuro
Eres el sol, la luna, eres Jesús, eres Buda
Eres tu madre, alguien, todo, nadie
Todo va deprisa el tiempo se desliza
Nada cristaliza, la muerte y el amor son insobornables
El tiempo nos persigue huyendo
Pero es un tiempo mundanal
El transcurso universal no tiene tiempo
Estoy de paso por lo eterno
Viviendo sin envidiar lo que otros tienen y sin miedo a perder lo que tengo
Odio y egoísmo nacen de un corazón vacío
Un ser verdaderamente pleno vive agradecido
Hoy solo me hace feliz, hacer feliz a los míos
Y es que solo así, la felicidad cobra sentido
Son izquierdas mis dos manos
Pero tengo la palabra y con ella el milagro
De lograr ganarme el pan con el alma
Aunque ahora todo cuanto mendigo es para ofrendar
Pues ya sé que, se pierde aquello que no se da
Algunos pasan persiguiendo la riqueza tanto tiempo
Que cuando por fin son ricos, se los lleva el viento
¿Así qué quién es el que está en lo cierto?
¿Quién desea lo que ya es suyo, o quién vive persiguiendo?
Vivamos al revés, no ante cada instante como si fuera el último
Sino como si fuera la primera vez
Como el asombro del niño y la serena vejez
Sin ambición, sin prisa, sin odio, sin miedo, sin juez
Ahora presencio el silencioso, descenso del sol
Sobre el inmerso y terso lienzo, adieso pienso: ¿quién soy?
Yo solo soy un soñador, un mudo cantante
Yo no sé cantar, pero puedo hacer que las cosas canten
Aunque no sé si es un don o es una enfermedad esta sensibilidad
Llorar es lavarse el alma en realidad
El estro es tan fugaz, hay que disparar para atraparlo
Y tras mis párpados, encuentro la paz, come de mi mano
No sé si mi rima ayuda, que esa duda tuya huya
Pero escucha: El amor siempre vence sin lucha
Como tú y yo, dos amantes fervientes
Cruzando de la mano, la existencia como un río sin puentes
Arriba el símbolo, Sirio en su ígneo giro
Abajo el himno, el silbo del mirlo en el mirto
Y en mitad nosotros, conscientes de este delirio
Testigos de un destino previsto y desconocido
Y si la muerte se me lleva, sin aviso antes de tiempo
Que quede constancia aquí, de que fui un hombre pleno
Que abrí el regalo de vivir y encontré todo dentro
Y que escribir, no fue más que mi forma de agradecerlo
Así que, de mi cuerpo frío, amor mío, haz polvo fino
Sí me voy primero y rozar tus pies en el camino
Ayer busqué la inspiración en el dolor y me hice daño
Y cuando el corazón vence al ego, el necio se convierte en sabio
Y el sabio está concentrado en lo trascendente
El necio distraído en el ruido del vulgo
Por eso, al final el necio tatúa en la piel de la serpiente
Mientras que el sabio tatúa en el alma del mundo
Algunos hoy me miran como a un loco por qué soy feliz
La belleza no estaba en el paisaje, la belleza está en mí
No soy lo que tengo, por fortuna tengo lo que soy
Al fin me he vencido y hoy soy más fuerte que yo
Credits
Writer(s): Rafael Lechowski
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