En tu sien
Quince horas al día son para rendir,
varias bocas en casa que alimentar,
dos manos que no se pueden dividir,
miles de problemas que solucionar,
hace mucho que tienes responsabilidad,
edad más que suficiente para responder,
cuidando de mirar para no tropezar,
hay tanto por controlar que vas a reventar...
Enajenación
y por un momento se te esfuma la razón,
nada te cabrea mogollón
y ese ángel se convierte en un grandísimo cabrón sin querer.
Jekyll a Hyde hace retroceder,
tormenta que no se puede prever
y sin tener un motivo, el instinto asesino
te llega sin saber por qué...
Luego se va como un flash
y tu mente ausente vuelve,
pasa sin más, los demás
nada pueden hacer, simplemente,
la demencia temporal
está enfrente, la sientes
respirar en tu sien
y eres tú su rehén.
Odias cada fibra
de un ser tan tarado,
de un seso que baila
de un lado al contrario,
por la ciclotimia,
esa esclavista de voluntad,
es narcisista y te deja mal,
cuando aparece no hay más que hablar.
Dice cosas que no sientes,
te convierte en una serpiente,
en mala gente,
vive en ti aunque te reviente,
es tu debilidad,
te dejas controlar,
asume que es tu responsabilidad.
Te cuesta llegar a fin de mes,
te puede el estrés,
cuando haces planes sale todo del revés,
al borde de un desfiladero, en un aguacero, sudando frío
para no tener otro traspiés.
Siempre ladrando a los demás
cuando no puedes más,
a veces tan imbécil eres que no se te puede hablar,
pinche talante explosivo,
ácido y tan corrosivo,
cada vez más agresivo, más sólo y más negativo.
Luego se va como un flash
y tu mente ausente vuelve,
pasa sin más, los demás
nada pueden hacer, simplemente,
la demencia temporal
está enfrente, la sientes
respirar en tu sien
y eres tú su rehén.
Insania, violencia
¿dónde está tu consciencia?
equilibrio y paciencia,
inspirar para poder calmar,
las esquinas de tu subconsciente
saben colocarte trampas diferentes,
juegan contigo, con tu propia mente
y sólo tú puedes pararlas evidentemente.
Luego se va como un flash
y tu mente ausente vuelve,
pasa sin más, los demás
nada pueden hacer, simplemente,
la demencia temporal
está enfrente, la sientes
respirar en tu sien
y eres tú su rehén.
varias bocas en casa que alimentar,
dos manos que no se pueden dividir,
miles de problemas que solucionar,
hace mucho que tienes responsabilidad,
edad más que suficiente para responder,
cuidando de mirar para no tropezar,
hay tanto por controlar que vas a reventar...
Enajenación
y por un momento se te esfuma la razón,
nada te cabrea mogollón
y ese ángel se convierte en un grandísimo cabrón sin querer.
Jekyll a Hyde hace retroceder,
tormenta que no se puede prever
y sin tener un motivo, el instinto asesino
te llega sin saber por qué...
Luego se va como un flash
y tu mente ausente vuelve,
pasa sin más, los demás
nada pueden hacer, simplemente,
la demencia temporal
está enfrente, la sientes
respirar en tu sien
y eres tú su rehén.
Odias cada fibra
de un ser tan tarado,
de un seso que baila
de un lado al contrario,
por la ciclotimia,
esa esclavista de voluntad,
es narcisista y te deja mal,
cuando aparece no hay más que hablar.
Dice cosas que no sientes,
te convierte en una serpiente,
en mala gente,
vive en ti aunque te reviente,
es tu debilidad,
te dejas controlar,
asume que es tu responsabilidad.
Te cuesta llegar a fin de mes,
te puede el estrés,
cuando haces planes sale todo del revés,
al borde de un desfiladero, en un aguacero, sudando frío
para no tener otro traspiés.
Siempre ladrando a los demás
cuando no puedes más,
a veces tan imbécil eres que no se te puede hablar,
pinche talante explosivo,
ácido y tan corrosivo,
cada vez más agresivo, más sólo y más negativo.
Luego se va como un flash
y tu mente ausente vuelve,
pasa sin más, los demás
nada pueden hacer, simplemente,
la demencia temporal
está enfrente, la sientes
respirar en tu sien
y eres tú su rehén.
Insania, violencia
¿dónde está tu consciencia?
equilibrio y paciencia,
inspirar para poder calmar,
las esquinas de tu subconsciente
saben colocarte trampas diferentes,
juegan contigo, con tu propia mente
y sólo tú puedes pararlas evidentemente.
Luego se va como un flash
y tu mente ausente vuelve,
pasa sin más, los demás
nada pueden hacer, simplemente,
la demencia temporal
está enfrente, la sientes
respirar en tu sien
y eres tú su rehén.
Credits
Writer(s): Ivan Santos Ortiz, Nora Jimenez Candanedo
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