El Motín de los Artilleros
De repente, en Punta Arenas
La tranquilidad murió
Un estruendo del infierno
Estalló antes del sol
Entre ruidos de disparos
Y cristales en el suelo
Con la urgencia de refugio
Las aves alzaron vuelo
Habitó la confusión
En la insomne y gris ciudad
¿quiénes eran los agentes
De este caos criminal?
Artilleros confinados
Por las Fuerzas Armadas
Se unieron a bandoleros
En violenta cruzada
Descontento acumulado
Estalló en cruel rebelión
Punta Arenas ardió en llamas
Y estallidos de cañón
Saquearemos las riquezas
Huiremos hacia el norte
El dinero es pasaporte
Del impune y su destreza
Cortaremos la cabeza
De este cruel gobernador
Gozaremos su dolor
Y del miedo en sus ojos
¡Sobre sus harapos rojos
Beberemos su licor!
Hubo cincuenta y dos muertos
Resultantes del motín
Una sangrienta masacre
De confuso frenesí
Los galpones y las casas
Totalmente destrozados
Sus violentos saqueadores
Ya en terrenos muy lejanos
Cuando Menéndez volvió
Encontró a su esposa herida
Con la pierna amputada
Sin consuelo, adolorida
Su gran almacén pereció
Como todo en el comercio
Nada quedó en su interior
Más que rastros del incendio
Pero la peor sorpresa
De la sádica reyerta
Fue encontrar sin movimiento
En la cuna a su hija muerta
Muerta
Sin embargo
No hay mal que por bien no venga
Tuvo que entender Menéndez
Cuando vio que Dublé Almeyda
Capturó a los rebeldes
Los culpables del motín
Fueron presos prontamente
Nueve de ellos fusilados
En un juicio inclemente
El señor Dublé Almeyda
Lideró aquella captura
Con un brazo en cabestrillo y
Varios puntos de sutura
No hay mal que por bien no venga
Más si es la satisfacción
De ver a quien le hizo daño
Con plomo en el corazón
Menéndez, muy sorprendido
Por las vueltas del destino
Que en un giro tan fortuito
Destruyó a sus enemigos
Si no fuera suficiente
El Estado indemnizó
Su bolsillo flagelado
Aliviando su dolor
No hay mal que por bien no venga
Hemos dicho hasta el cansancio
Si el dinero a cualquier costo
Nos promete ascenso y cambios
Menéndez, ahora sí
Disponiendo de los medios
Sobre una firme y gran piedra
Edificará su reino
La tranquilidad murió
Un estruendo del infierno
Estalló antes del sol
Entre ruidos de disparos
Y cristales en el suelo
Con la urgencia de refugio
Las aves alzaron vuelo
Habitó la confusión
En la insomne y gris ciudad
¿quiénes eran los agentes
De este caos criminal?
Artilleros confinados
Por las Fuerzas Armadas
Se unieron a bandoleros
En violenta cruzada
Descontento acumulado
Estalló en cruel rebelión
Punta Arenas ardió en llamas
Y estallidos de cañón
Saquearemos las riquezas
Huiremos hacia el norte
El dinero es pasaporte
Del impune y su destreza
Cortaremos la cabeza
De este cruel gobernador
Gozaremos su dolor
Y del miedo en sus ojos
¡Sobre sus harapos rojos
Beberemos su licor!
Hubo cincuenta y dos muertos
Resultantes del motín
Una sangrienta masacre
De confuso frenesí
Los galpones y las casas
Totalmente destrozados
Sus violentos saqueadores
Ya en terrenos muy lejanos
Cuando Menéndez volvió
Encontró a su esposa herida
Con la pierna amputada
Sin consuelo, adolorida
Su gran almacén pereció
Como todo en el comercio
Nada quedó en su interior
Más que rastros del incendio
Pero la peor sorpresa
De la sádica reyerta
Fue encontrar sin movimiento
En la cuna a su hija muerta
Muerta
Sin embargo
No hay mal que por bien no venga
Tuvo que entender Menéndez
Cuando vio que Dublé Almeyda
Capturó a los rebeldes
Los culpables del motín
Fueron presos prontamente
Nueve de ellos fusilados
En un juicio inclemente
El señor Dublé Almeyda
Lideró aquella captura
Con un brazo en cabestrillo y
Varios puntos de sutura
No hay mal que por bien no venga
Más si es la satisfacción
De ver a quien le hizo daño
Con plomo en el corazón
Menéndez, muy sorprendido
Por las vueltas del destino
Que en un giro tan fortuito
Destruyó a sus enemigos
Si no fuera suficiente
El Estado indemnizó
Su bolsillo flagelado
Aliviando su dolor
No hay mal que por bien no venga
Hemos dicho hasta el cansancio
Si el dinero a cualquier costo
Nos promete ascenso y cambios
Menéndez, ahora sí
Disponiendo de los medios
Sobre una firme y gran piedra
Edificará su reino
Credits
Writer(s): Felipe Ignacio Sandoval Cuevas, Víctor Manuel González Pérez
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