Ausencia

Cuando estás lejos
El tiempo y la distancia se multiplican hasta llegar al infinito
El paisaje de la vida se ensombrece
Y un denso crespón de incertidumbre
Nubla el cielo de mi alma

Cuando estás lejos
El ritmo de tus pasos se adelanta a mis propios pasos
Soy como un automata de todos tus emberos
Te oigo, te veo, te siento

Me da miedo abrir la puerta de tu alcoba
Y sin embargo, entro
Y te adivino y te acaricio
Con las más santas
Con las más buenas de todas las caricias
Las que nacen de la lejanía
Y se dejan humedecer por los recuerdos

Y tú estás ahí sin saberlo
Y sin sentirlo
Sin sospechar siquiera que te has quedado junto a mí
Para que yo puedo seguir viviendo
Viviendo, qué martirio

Cuando estás lejos viene la lucha interior
En el hombre que se siente libre
Pero que es esclavo

Y la rebeldía y el afán y la sed
Se aquietan en el mismo instante en que tu perfume fija tu evocación
Y la define en el dulce contorno de tu aroma

Cuantas veces tu voz
Tu vocecita estrelló mi conciencia con una sola palabra
Y no eras tú, era una fuerza poderosa
Superior a tu voluntad y a la mía

Una mezcla de salmo y de secreto
Un algo que solamente llega al alma
Cuando el alma es capaz de recibirlo

Cuando estás lejos
Queda una dulce sombra de tu presencia
Que no puede apartarse de mí
Que me lleva hasta donde tú estas
Aunque no quieras

Por eso
Una vez escribí en el libro de tu vida estas palabras
Eres tan pequeña y tan grande
Que tu ausencia no me cabe en el alma

No sé por qué
Con la distancia
Todos mis pensamientos
Se avivan más

Será tal vez
Esa fragancia
Que dejan en el alma
Que dejan en el alma
Las cosas que se van

El corazón viajero solitario
Se pregunta
Que extraño hechizo
Tiene la palabra, recordar

Será tal vez
Esa fragancia
Que dejan en el alma
Que dejan en el alma

Las cosas que se van
Cuando estás lejos

Cuando estás lejos